PARÍS, Francia (AFP y Agencias). Según un sondeo de IFOP, el 32% no participaría de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. La cifra revela la frustración de varios sectores ante una campaña alejada de sus preocupaciones. El politólogo Vincent Tiberj se interroga sobre esta “campaña que no corresponde a las expectativas”, al igual que otros analistas entrevistados por el diario Le Monde, que da cuenta de una disminución del interés de los franceses por ella. Ni el presidente saliente, el conservador Nicolas Sarkozy, que aún no ha presentado su programa e improvisa cada día nuevos anuncios, ni el socialista François Hollande, cuya posición de favorito se ha debilitado y busca un nuevo impulso para su campaña, suscitan un verdadero entusiasmo. Menos de la mitad de los electores (43%) desea que ambos se afronten en la segunda vuelta, según un sondeo publicado el domingo, que evalúa en 32% la tasa de abstención en la primera vuelta, un récord para una elección presidencial francesa. La tendencia preocupa a François Hollande, debilitado ya por el avance del candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon (hasta 15%). No obstante, los electores de Mélenchon, muchos de los cuales dicen querer enviar un mensaje al candidato socialista para que tome posiciones más de izquierda, votarán por él en segunda vuelta.
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