Lo hizo al pedir que se abra una “mesa de diálogo” para destrabar el cuestionado proyecto de construcción de un camino con fines comerciales en la Reserva de Biosfera Yabotí.Por su parte, Ministerio de Ecología y Recursos Naturales insiste en la misma tesitura, promoviendo el trazado del camino en el Lote 8 de la Reserva Yabotí, en la zona intangible de esa propiedad del Estado, en evidente contradición con la función y el compromiso primordial de esta cartera ministerial, la defensa y conservación del patrimonio ambiental de los misioneros. La existencia de un contrato firmado con la empresa privada para cuyo beneficio comercial se haría el camino alternativo es una muy pobre justificación ante un proyecto que violaría, según los especialistas, la Ley Provincial 2.854, con más de diez años de vigencia. La Ley 2.932, que rige el Sistema de Áreas Naturales Protegidas, asimismo, es clara al precisar que en la determinación de las áreas intangibles se debe priorizar el fin de conservación a ultranza de la flora y la fauna sobre cualquier otro tipo de intervención, y advertir que “el valor biótico es prioritario respecto de las bellezas escénicas”. Aparentemente, y sin alentar suspicacias sobre un tema siempre polémico como es la coincidencia de intereses entre funcionarios públicos y empresarios privados, pareciera ser que para el gobierno la invasión de una zona intangible protegida por la ley – con las consecuencias que ello acarrea en el plano ecológico- se justifica como un mal menor frente a la inversión turística. Sinuoso camino el que se intenta trazar desde el gobierno, ignorando la ley y poniendo en riesgo una premisa de incalculable valor estratégico para la provincia: evitar, mediante políticas de Estado sustentables y a largo plazo, la anunciada destrucción total de los remanentes de la selva paranaense y los recursos a ella asociados, todavía existentes en territorio misionero.
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