Señora Directora:A mi amigo en el pueblo le dicen Don Jacinto, un dato muy claro para saber que como yo, pinta unas cuantas canas y orgulloso de los años que lleva sobre sus hombros, habiendo transitado el camino de los desaguisados políticos durante mucho tiempo como un espectador más en la butaca de este teatro llamado Argentina. En charla de café me comentó muy enojado que en las próximas elecciones va a votar por “Alí Babá” porque al menos sabia quienes eran los ladrones que lo acompañaban en las listas sabanas, colectoras, sublemas, lemas y votos comprados.Entonces le pregunté cuál era el motivo para esa reacción irónica y en una síntesis dijo que prefería votarlos porque de esa manera estaría seguro la cantidad de corruptos y ladrones que acompañarían al gobernante, y no como ahora que cada día se reproducen como hormigas o ubican en los cargos mas delicados e importantes del Estado a jóvenes que no han tenido ninguna experiencia previa en la tarea. Si parecen jardines de infantes los gabinetes gubernamentales y ni hablar de la Justicia en donde los fiscales parecen alumnos de la Facultad.Me dijo Jacinto que quiere deslindar las responsabilidades sobre el tema de marras a la “doctora” porque ya se va, pero cuando comienza a desarrollar en detalle los problemas que deberán enfrentar muchos de sus asesores solamente la investidura se salva en estas instancias.Para calmar un poco los ánimos, pero no muy convencido, le expresé que debíamos tener confianza en algunos cambios que está llevando adelante la Señora Presidenta de los argentinos y, más enojado aún, se despachó con una lista de casos de corrupción que iban desde los votos comprados, pasando por el dinero de la Anses, la improvisada expropiación de una parte de YPF, los fondos del Banco Central, el Banco Nación, el deterioro salarial que va destruyendo en vida a los jubilados aún sin pagarle los juicios con sentencia desde hace muchos años, los que mueren en manos de delincuentes en sus propias viviendas y en la calle, la Corte Suprema, el Consejo de la Magistratura (otro apéndice del gobierno), los jueces y periodistas militantes, la imprenta Ciccone (que a pesar de la investigación judicial está fabricando billetes )…”¡Basta, por favor, amigo!”, le dije. “Calmate un poco. Me parece que exagerás y estás destruyendo lo que resta de tus días con tanto enojo”.Pensé que Jacinto había ingresado como tantos otros en la vorágine de las malas noticias. Pero, la verdad es que después de analizar sobre los pocos motivos felices que nos da esta situación le di la razón, porque si pensamos un poco y hacemos un balance de lo cotidiano, desde que abrimos los ojos por la mañana temprano basta con leer los títulos nada más para imaginar lo que debe haber adentro de los diarios, ver la TV o escuchar la radio y entender cómo es que nos tienen anestesiados con la novia de Maradona y la separación de Jorge Rial con “la niña Loly”. Sin poder reaccionar con tantos casos de corrupción y los crímenes que todos los días se están cometiendo, aunque no quiera contagiarme, sólo queda comprender su caliente humor.Nos asombramos de lo que sucede en Colombia o México y aquí hace años venimos padeciendo los mismos problemas, ahora con el agravante de que el propio pueblo, cansado de tanta delincuencia, ha comenzado a hacer justicia por mano propia y resulta que los propios delincuentes terminan llamando a la policía porque tienen temor de que la gente los mate. Esto sí ya es un caso de locos.No sabemos cuántos son los fugados de las cárceles o comisarías que aún no fueron aprehendidos o no regresan a sus lugares de condena cuando culmina el permiso que les otorgan, pero sí nos enteramos que cuando los detienen por algún ilícito, la mayoría tiene pedido de captura.Miremos un poco para nuestro barrio o ciudad y quitemos por un momento nuestra mirada sobre Rosario, el conurbano bonaerense o las villas de cualquier capital de provincia para darnos cuenta que a la vuelta de casa sucede lo mismo y no le prestamos atención, salvo cuando matan a algún buen vecino.Le dije a mi amigo Jacinto que no sabía bien si la culpa es del Código Penal, porque si es cierto que lo reformaron para beneficiar a los delincuentes y traficantes, mejor lo hubieran dejado como estaba que al menos sabíamos quién robaba, cuántos eran y quiénes los dejaba en libertad.Argentina, por sus 2.780.400 km², es el país hispanoparlante más extenso del planeta; el segundo más grande de América Latina, cuarto en el continente y octavo en el mundo. Si se considera sólo la superficie sujeta a soberanía efectiva y al presente, ya cuenta con más de 41 millones de habitantes… Quizá en un futuro no muy lejano seremos 41 millones de ciudadanos… que no es poco, mientras tanto, me voy a la plaza a estirar un poco las piernas porque en un rato empieza otra Cadena Nacional… y yo tampoco quiero enojarme.”El mundo está harto de estadistas a quienes la democracia ha degradado convirtiéndolos en políticos” (Benjamín Disraeli).Ricardo BustosCapioví (Misiones)