Claudelina Ayala (36) tiene una teoría sobre su repentino y preocupante estado de salud: limpió la sala de cirugía del hospital donde trabaja sin ninguna de las herramientas de higiene necesaria y, desde ese momento, su situación fue de mal en peor.Se encuentra internada en el hospital Madariaga de Posadas en estado grave y con pronóstico reservado. Desde allí, quiere dar a conocer su historia porque sabe del estado de indefensión en el que se encuentra: su trabajo es en negro y tiene un sueldo de 2.000 pesos por mes.Es madre de cuatro hijos de 16, 15, 5 y 1 año y medio, este último con un diagnóstico de hidrocefalia. Claudelina trabaja en el hospital Samic de Oberá desde hace aproximadamente dos meses. Recuerda que el jueves 10 de septiembre la mandaron a limpiar la “sala de cirugía infectada”, según sus propias palabras y después de eso, comenzó su calvario.
Discussion about this post