Tomó estado parlamentario ayer en la Legislatura misionera un pedido de informes al Ejecutivo para que explique por qué el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) construirá un faro en el Hito de las Tres Fronteras de Iguazú, en el contexto de un déficit habitacional de 90 mil viviendas en Misiones. El proyecto fue elaborado por el diputado Héctor Bárbaro, del Partido Agrario y Social (Pays), quien pretende que el gobernador Maurice Closs conteste una serie de cuestiones relacionadas a la construcción del millonario faro que se erigirá a metros del hotel del primer mandatario y que costará, en principio, 47 millones de pesos. Puntualmente, la iniciativa exige que se expongan las razones por las cuales la resistida obra se construirá a través del Iprodha, un organismo que por su ley de creación (I- Nº 27) tiene por finalidad “la promoción de viviendas de interés social” y “la administración y adjudicación de tierras de dominio estatal que a tal fin le son transferidas”. Según el legislador, la inversión de 47 millones de pesos en esta obra -que ya fue suspendida en 2012 por el amplio rechazo popular-, contraría las “prioridades evidentes” de Misiones: una cantidad no precisada de personas por debajo de la línea de pobreza, pueblos sin servicios básicos y 80 mil familias que esperan una casa, según datos del propio Iprodha.“Además, el organismo sólo debe construir casas de interés social, pero en los últimos tiempos se dedica a darle curso a los caprichos del gobernador que nos cuestan millones a todos los misioneros”, dijo. Por decreto y por caprichoLa construcción del Faro a pasos del hotel Amerian de Iguazú se conoció el pasado domingo a raíz de la nota de este Diario que dio a conocer el decreto 857, publicado el 2 de septiembre en el Boletín Oficial, y por el cual se distribuyeron 1.300 millones de pesos entre organismos, municipios y empresas del Estado, un enorme aporte del Gobierno nacional por excedentes en la recaudación que llegó a la provincia en plena campaña electoral.En los renglones destinados a desglosar las obras que hará el Iprodha con esos fondos, figuran los 47 millones destinados al Faro de Iguazú, el mismo que Closs tuvo que dejar de lado en 2012, cuando la población se le plantó en contra. Es que entonces estaban padeciendo la falta de agua potable en la localidad y el anuncio provocó un comprensible enojo por la poca consideración del primer mandatario hacia las prioridades del pueblo. Hoy Iguazú intenta recuperarse del tremendo daño de la última tormenta de granizo que rompió los techos de 1.500 casas; no tiene servicio de cloacas y padece una pésima prestación de energía eléctrica, pero el primer mandatario no quiere despedir su último mandato sin iniciar la “obra emblema” de su gestión, que a la vez llevará miles de turistas prácticamente a las puertas de su emprendimiento hotelero.
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