Quedó imputado formalmente por homicidio simple. Está acusado de asesinar a puntazos a la nueva pareja de su ex en Piray, cuando purgaba una pena por otro crimen. La primera vez fue en medio de un robo, en Puerto Esperanza, en 2003. La segunda, hace poco más de un mes, en Puerto Piray, pero para vengarse de la nueva pareja de su exmujer. Por este último hecho el exconvicto acusado de matar a puntazos a Antonio Cabral (29) recibió en las últimas horas la prisión preventiva.
El caso trascendió en marzo y tuvo como dato relevante que el imputado, de 36 años, volvió a matar.Y no sólo eso. Lo hizo cuando cumplía libertad condicional por aquel primer asesinato, por el que recibió una condena a 17 años que se completará recién el miércoles 11 de marzo de 2020.
La preventiva por homicidio simple fue firmada en las últimas horas por el magistrado Roberto Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado y al frente de la investigación. Ese delito prevé una pena de entre 8 y 25 años de cárcel. En caso que sea encontrado culpable, la condena será de cumplimiento efectivo, en razón de la condición de reincidencia del presunto autor.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, a la hora de dictar la preventiva el juez eldoradense se apoyó primeramente en el riesgo procesal, pero también en los elementos que pesan en contra del sospechoso, entre ellos, el testimonio de su propia exmujer, quien brindó un relato pormenorizado de lo sucedido en la mañana del miércoles 21 de marzo pasado e incluso días antes.
La principal testigo aseguró que cinco días previos al crimen, el imputado había amenazado vía telefónica a la víctima fatal, su actual pareja. Allí le exigía que abandonara la casa y que se alejara de las hijas del exconvicto, quienes vivían con su madre.
También contó que tres días antes hubo un segundo episodio dramático. Esa vez, el acusado habría mantenido un duro cruce de palabras con Cabral. Y el tercer cruce fue el martes 20, horas antes del crimen: el sospechoso echó de la vivienda de la exconcubina a la víctima y se negó a retirarse. La dueña de casa tuvo que llamar a la Policía para lograr que se marchara.
Esa habría sido la gota que rebalsó el vaso para el exreo, quien en la mañana siguiente irrumpió con un cuchillo y mató a Cabral frente a su expareja, tras lo cual escapó. Fue detenido a las pocas horas en una zona rural, a diez kilómetros del casco urbano de Montecarlo. Al cotejar sus datos, se descubrió que el imputado aún purgaba una condena a 17 años por un homicidio anterior.
Desde ese momento quedó detenido, sin posibilidades de excarcelación.?Dictada la prisión preventiva, regresó a la Unidad Penal III de Eldorado, donde había cumplido una buena parte de la pena dictaminada en su contra con anterioridad.
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