Aseguró que las acusaciones “no tienen fundamentos”. El argentino Jorge Adrián Alves permanece prófugo. Continúan las labores para identificar a los niños descuartizados.
Mientras el estado brasilero de Rio Grande Do Sul continúa anonadada por el descuartizamiento de dos niños de entre 8 y 12 años que serían argentinos en medio de un ritual satánico, el hijo del brujo detenido rompió el silencio y defendió la inocencia de su padre.
Las acusaciones en su contra no tienen fundamento. Él es víctima de una persecución religiosa, aseguró el hijo de Silvio Fernandes Rodrigues (44), propietario del templo satanista y presunto líder del ritual, cuyo nombre no fue difundido por el diario Zero Hora de Porto Alegre, que realizó la breve entrevista.
En la misma, el joven negó cualquier participación de su padre en el hecho y aseguró, además, que la pileta encontrada en la finca del templo no era utilizada para sacrificios humanos o de animales. Esa piscina fue instalada por la mujer de mi padre, con dinero de la venta de ropas, indicó.
Por último, sobre la máscara de un perro -de la raza ovejero alemán- secuestrada en el lugar y que habría sido utilizada para asustar a los niños en medio del ritual, el entrevistado esgrimió que fue comprada por el detenido vía Internet para una fiesta electrónica.
En tanto, hasta anoche continuaba prófugo el argentino Jorge Adrián Alves, quien presuntamente habría canjeado la vida de los dos niños por un camión robado. Ese intercambio se habría producido en Corrientes, según las autoridades brasileras, quienes intentan confirmar si Alves es oriundo de Bernardo de Irigoyen, en Misiones.
La información que tenemos es que se trata de una localidad muy pequeña de la provincia argentina de Corrientes. Los niños habrían sido cambiados por un camión y traídos así a Brasil, dijo en diálogo con PRIMERA EDICIÓN el delegado Moacir Fermino, a cargo de la investigación.
La principal hipótesis se sostiene en lo que habría sido un sacrificio de magia negra, en un templo dedicado a Satanás, subrayó el funcionario quien, casualmente, aseguró horas atrás en conferencia de prensa que llegó a los cuatro detenidos que tiene la causa mediante revelaciones divinas. De allí que la operación fue bautizada como Revelación de Dios.
La investigación se inició el martes 4 de septiembre de 2017 con el hallazgo de los dos cuerpos descuartizados en el barrio?Loma Grande. Estaban ocultos en bolsas y cajas de cartón, en un malezal, en una zona rural. Las pericias realizadas confirmaron que las víctimas eran hermanos entre sí -un varón y una niña- y tenían entre 10 y 12 años. Los cráneos siguen sin aparecer.
El 27 de diciembre del año pasado la Policía Civil de Rio Grande Do Sul finalmente apresó al brujo Fernandes Rodrigues y a otras tres personas: Jair Da Silva, empresario que encomendó el ritual para obtener prosperidad económica, a cambio de 25 mil reales; Andrei Jorge Da Silva, uno de los hijos de Jair; y Márcio Miranda Brustolin.
En tanto, la causa continuaba anoche con tres prófugos. Se trata de Anderson Da Silva, otro hijo de Jair; Paulo Ademir Norbert Da Silva, socio del mismo Jair; y el argentino Alves, acusado de proveer los niños y quien sería misionero.
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