“Era un desastre, había piel, mucha piel y sangre en el piso y en los ventanales”, afirmó el hombre, quien en varias ocasiones se quebró y tuvo que interrumpir su declaración.“Había piel hasta en el pasto”, precisó. Luego y al ser consultado por las huellas que hallaron los efectivos afirmó que “había por todos lados”. No recordó el momento en que los expertos de Criminalística peritaban una caja de zapatos, donde los dueños de casa guardaban el dinero y donde se informó del hallazgo de huellas dactilares similares a las de Paz.El relato de García dejó nuevamente en evidencia las terribles torturas y golpizas que sufrió la familia antes de ser rociada con alcohol y ser prendida fuego. Aquel desgarrador relato ocupó una buena parte de la segunda jornada, donde los familiares y vecinos recordaron cómo encontraron a la familia tras el hecho que conmovió a la provincia y tuvo, incluso, repercusión nacional.
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