De “homicidio simple” a “homicidio con exceso en la legítima defensa”. Ese fue el camino que transitó la causa que investiga el crimen de Rafael Olivera (31) en pleno centro de Bernardo de Irigoyen. El presunto autor, de 27 años, fue liberado horas atrás ante el testimonio de una decena de testigos que indicaron que, en realidad, repelió una agresión de la víctima.La resolución fue adoptada por la magistrada Nuria Allou, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Eldorado, a cargo de la investigación, tras la judicialización de las testimoniales recolectadas en un principio por efectivos de la Unidad Regional XII de la Policía provincial.Según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, primeramente varios de esos testigos ubicaron a Olivera y al presunto autor en el interior de un local nocturno de la zona. Al respecto, agregaron que fue en ese lugar donde se inició una discusión entre ambos, al punto que allí mismo la víctima fatal habría intentado atacar al apresado.En tanto, otros testigos confirmaron esa versión al decir que el imputado y la mujer que lo acompañaba, quien sería su pareja, resolvieron marcharse del boliche para evitar problemas. A punto estaban de llegar a la casa del detenido cuando fueron abordados por Olivera, quien -siempre al decir de esos testigos- los venía siguiendo desde el local de esparcimiento.Esos testimonios fueron determinantes para que la causa fuera recaratulizada y pase de ser un “homicidio simple” a uno “en exceso de la legítima defensa”. Es por esa razón que el principal acusado fue excarcelado en las últimas horas y responderá en libertad por el proceso, que contempla penas de 1 a 5 años de prisión, a diferencia del “homicidio simple”, que impone cárcel de entre 8 y 25 años.Olivera fue hallado sin vida alrededor de las 7.30 del domingo 11 de junio último, a la altura del kilómetro 1.135 de la ruta nacional 14, a escasos metros de la intersección con avenida Junes.Aún estaba con vida cuando llegaron las autoridades. Sin embargo, falleció unos pocos minutos después en el hospital local. La autopsia solicitada por la jueza Allou determinó que había sufrido varios cortes en el cuello y, además, golpes en la cabeza que le provocaron fractura de cráneo.La aprehensión del sospechoso ahora liberado se produjo recién el miércoles 14 de junio en Pozo Azul, donde el acusado intentaba refugiarse de la presión policial. Todo indica que escapó al Brasil y luego regresó a la provincia.El caso tuvo otro detalle llamativo. Sucede que las pistas indican que el acusado presenció -a varios metros de distancia- las pericias de los criminalistas en la escena del crimen. Es que el crimen se cometió justamente frente a su vivienda, donde en su momento se secuestró un casco de motocicleta y prendas de vestir que ahora conforman el expediente. Allí se cumplió la mítica premisa de que el autor siempre vuelve a la escena del crimen, aunque en este caso, en realidad, aún no había iniciado el escape.a
Discussion about this post