Llegar antes del trabajo fue el episodio que le permitió a una madre develar el calvario que padecía su hija de 12 años. Cada vez que salía, el padre abusaba de la criatura y, por medio de golpes y amenazas, el depravado obtenía el silencio de la menor.Sin embargo, durante una tarde de abril de 2016 todo cambió y la mujer descubrió lo que ocurría puertas adentro de su casa. Ante los hechos, radicó la denuncia contra su pareja.A más de un año de lo ocurrido, en un juicio abreviado celebrado en Oberá, un olero de 45 años confesó que violó a dos de sus hijas. El condenado aceptó ser autor del delito de “abuso sexual con acceso carnal calificado” contra dos de sus hijas y fue condenado a la pena de catorce años de prisiónSegún pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el acuerdo entre la fiscalía y la defensa cuenta con la homologación de los magistrados Francisco Aguirre, José Pablo Rivero y Amalia Avendaño, miembros del Tribunal Penal 1 de Oberá.Fue un domingo por la tarde que la denunciante regresó temprano a la vivienda de Colonia Guaraní, a unos diez kilómetros de Oberá. La dueña de casa abrió la puerta de casa sin pensar que se encontraría con la peor de las escenas: sorprendió a su esposo cuando desnudaba a la adolescente en una de las habitaciones.La madre defendió a su hija y se enfrentó al hombre. Las dos lograron escapar y corrieron hacia la Comisaría de la Mujer, donde formalizaron una denuncia.La investigación avanzó y los pesquisas determinaron que la niña fue víctima de reiteradas violaciones cometidas por su propio padre.De acuerdo al relato en Cámara Gesell, los ataques se registraron cuando la madre salía de la casa y dejaba a la menor al cuidado de una hermana, quien padece una discapacidad.El hombre aprovechaba esa situación y la llevaba hasta la habitación matrimonial. No obstante, en otras oportunidades los abusos se registraron también en la olería donde el sujeto trabajaba.Como si lo anterior no fuera suficiente, la investigación permitió determinar que el olero también abusó de otra de sus hijas, la mayor de todas, también cuando tenía 12 años. Así las cosas, el sentenciado -cuya identidad se preserva para proteger a las víctimas- cumplirá la condena en la cárcel de Oberá.
Discussion about this post