Los alumnos de la Escuela Provincial de Educación Técnica (Epet) 39 de El Soberbio siguen con sus tareas en beneficio de la comunidad en la que viven. En este caso, la Comisión de Agricultura Familiar les pidió la realización de un carro de buey y los chicos pusieron manos a las obras. Esta no es la primera vez que la Epet 39 se relaciona, con distintas actividades, con la comunidad: ha ayudado a mejorar la instalación eléctrica de la Escuela 664 de Picada El Fisco y también ha creado un dispositivo que, puesto a unos dos kilómetros de la ciudad, puede predecir y alertar cuando el agua del río Uruguay llegue a niveles de evacuación. En esta ocasión, el pedido llegó del organismo oficial en función de las necesidades de la comuna. “Los chicos están fabricando un carro de buey. La comisión se acercó, nos trajo los materiales y los alumnos trabajan en esto que es lo máximo que podemos hacer con las herramientas que tenemos”, indicó el director de la EPET 39, Sergio Vallejos, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Señaló que es solo uno y que los chicos planean terminarlo en una semana o diez días aproximadamente.Para ello se armó un equipo de seis alumnos más un profesor quienes se encargan de la construcción y de todos los detalles. “Si bien es un trabajo medianamente rústico lo aprovechamos para enseñar la parte de cálculo, de puntos de flexión, de cómputo y planos. Todo lo que podamos aprovechar de manera didáctica lo estamos haciendo porque eso es lo que tenemos”, señaló Vallejos quien además indicó que el trabajo se realiza en un lugar “que no es adecuado, pero es lo que tenemos”. ¿Igualdad de oportunidades?“Nos gustaría tener más tecnología pero no la tenemos. Dentro de nuestras posibilidades podemos hacer esto”, señaló Vallejos en relación a la construcción del carro de buey. Es más, el director relató que el año pasado se les encomendó la realización de una silla de ruedas pero, al no contar con herramientas de precisión, debieron realizar un convenio con la Epet 16 de Dos de Mayo para poder utilizar sus herramientas. Los alumnos tuvieron que trasladarse hasta dicha localidad para trabajar con los tornos. “Nosotros no tenemos herramientas de precisión. Las hemos pedido al Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) y tengo entendido que está aprobado o a la espera pero todavía no tenemos nada de eso”, indicó Vallejos.La situación de las escuelas técnicas en la provincia es, por lo menos, despareja. Mientras algunas se encuentran bien conformadas con los cargos docentes necesarios y específicos de la modalidad más la tecnología necesaria para la práctica diaria, otras no tienen edificio propio, tienen profesores con cargos a término y deben pelear para sostener su crecimiento vegetativo ante la posibilidad del cierre de divisiones. Sin embargo, todas buscan cumplir el rol social que se les asigna. “Nos pone contentos que las escuelas estén saliendo a la comunidad a prestar servicio, a mostrar lo que saben, a hacer cosas por la sociedad. Es muy importante que las escuelas técnicas tomen el protagonismo social que se merecen. La Epet 39 lo realiza desde hace tiempo y ahora vemos que otras escuelas también”, destacó Vallejos.Sin embargo no hay igualdad de oportunidades para todas. “Están muy marcadas las diferencias”, indicó el director de la Epet. “Mientras una escuela hace trabajos con mucha tecnología otra hace un carro de buey. Una está en el siglo XXI y otra en la Edad Media. Esto no debería pasar, pero obviamente nos ponemos contentos por los chicos que pueden hacer este tipo de cosas con tecnología”, agregó.La falta del edificioVallejos indicó que en la Epet 39 no hay tecnología pero “al no tener un edificio escolar constituido como corresponde tampoco podemos albergar maquinaria”. La falta de un edificio propio es un viejo problema en esta escuela. Desde hace años reclama por la construcción de su propio edificio pero no tiene respuestas. Mientras, espera en un salón comunitario de la ciudad que se destina a los evacuados cuando el río Uruguay crece. “Por más que el Inet nos apruebe, sería una irresponsabilidad tener esa maquinaria compleja en talleres de machimbre como tenemos. Esperemos, en un futuro cercano, poder contar con tecnología también para que nuestros alumnos puedan aprender ese tipo de cosas. Ahora hacemos lo que podemos. En la parte social tenemos protagonismo, vamos, ayudamos, arreglamos instalaciones, hacemos soldaduras pero llega hasta ahí. No tenemos ese tipo de tecnología”. Para finalizar, el director de la institución remarcó que se da una suerte de contraste entre las diferentes realidades que hay entre las escuelas técnicas del país. “Se habla mucho de igualdad de oportunidades. Pasamos de la década ganada a la revolución de la alegría y las desigualdades siguen. Esperemos que se empiecen a tomar políticas en serio para achicar la brecha para arriba”, y remarcó que “ojalá dentro de un tiempo podamos contar con tecnología para equiparar la educación y formación de los chicos de la Epet 39 con la tecnología más compleja”.
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