Irreconocible. Así quedó Ángel Márquez (59) tras ser abordado por un grupo de hombres que lo asesinó a machetazos y palazos, en un crimen marcado por la crueldad, perpetrado en el interior del municipio de Bernardo de Irigoyen, en la frontera seca con Brasil.El hombre fue encontrado por su propio patrón en la chacra que cuidaba, en Colonia Itatí, el sábado por la mañana. Efectivos de la Unidad Regional XII de la Policía provincial tenían pistas firmes para sospechar de un grupo de hombres con el que la víctima solía compartir rondas de tragos. Al parecer, una discusión marcó el final para el cuidador.Alrededor de la medianoche del sábado al domingo, los efectivos arrestaron a Luis D.S.Z. (19) y a un menor de 17 años en el marco de un intenso rastrillaje en una zona de monte de Dos Hermanas, a unos 11 kilómetros del lugar del hecho.Los sospechosos fueron alojados en sede policial en averiguación del hecho y a disposición de la Justicia, en tanto que el cuerpo fue examinado por el médico policial en turno, quien diagnóstico lesiones cortantes en la zona de la cabeza, tórax y piernas y por orden del magistrado fue trasladado a la morgue judicial para autopsia.En la investigación se secuestró un machete, un aire comprimido, un cuchillo tipo puñal y una linterna para las pericias a fines de determinar si guardan o no relación con el hecho. Un hallazgo macabroEl alerta se encendió alrededor de las 10 en una vivienda de madera emplazada en la mencionada Colonia Itatí, específicamente en el Paraje Los Vecinos, sobre la ruta provincial 18 y distante a unos 20 kilómetros de Bernardo de Irigoyen.Hasta allí llegó el propietario de la chacra para confirmar que todo anduviera bien, pero tardó apenas segundos en descubrir que su porción de tierra había sido escenario de un violento homicidio perpetrado en contra de su cuidador.Al llegar a la casilla, el hombre se topó sobre la puerta de acceso con el cuerpo sin vida de?Márquez. Tenía signos de haber sufrido un brutal ataque: había sufrido fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica, tenía el rostro desfigurado, había perdido el globo ocular izquierdo y tenía innumerables cortes en los miembros inferiores, entre otras lesiones que le costaron la vida. La saña fue mucha.Alertados por el episodio, efectivos de la UR-XII de Irigoyen arribaron rápidamente a la escena y confirmaron la veracidad de los hechos. El médico policial constató las heridas y solicitó la realización de una autopsia, basado en la orden impuesta por el magistrado Roberto Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado y a cargo de la investigación.Los peritos rastrillaron la escena y encontraron a apenas pasos de la escena, además de manchas de sangre, un machete, un aire comprimido, una linterna y un puñal, todos elementos que fueron secuestrados y que serán sometidos a análisis.De la reconstrucción realizada por los investigadores surge que Márquez solía compartir las noches con un grupo de individuos que realizan tareas rurales en las inmediaciones. La principal sospecha apunta a que el hombre fue brutalmente asesinado a palazos y machetazos por esos sujetos, al parecer tras una discusión iniciada en medio de una ronda de tragos.
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