Ayer, lunes, las horas pasaban más lentas que nunca para la familia de Rogelio Schweig (47), el automovilista que murió tras caer desde la ruta nacional 12 a las aguas del arroyo Guazú, cerca de Esquina, en la madrugada del miércoles pasado. Por la noche, Comandante Andresito se preparaba para el último adiós al productor rural fallecido trágicamente.En medio de ese dolor, con la angustia sobre las espaldas por la despedida, aunque con el alivio de haber encontrado el cuerpo para cerrar el círculo, habló con PRIMERA EDICIÓN uno de los cinco hermanos de Rogelio, Cristian (25), quien intentó explicar la difícil situación por la que atraviesa junto a sus allegados.“Por ahora en lo único que pienso es en hacer descansar a mi hermano, despedirnos y tratar de seguir adelante. Estos días fueron de mucho sufrimiento, de mucha angustia para nosotros”, comentó el joven a este Diario desde la localidad distante a 320 kilómetros de Posadas.“Lo único que queríamos era encontrar el cuerpo para despedirnos y tener un alivio en todo esto. Por suerte pudimos contar con el apoyo de la Municipalidad de Esquina, que nos brindó cobijo y todo lo necesario para soportar esa búsqueda”, dijo Cristian, quien viajó los más de 890 kilómetros que separan la ciudad natal de la familia de Esquina, en el sur de Corrientes, donde todo sucedió.La misma situación genera en Schweig palabras de agradecimiento, pero también de bronca hacia los responsables de lo que sucedió con su hermano. “Lo que nos indigna a todos acá es la irresponsabilidad de las autoridades de Goya. Es un absurdo que tenga que pasar semejante tragedia para que se tomen las medidas necesarias”, dijo Cristian, quien recordó que, al día siguiente de la tragedia, cuando él mismo viajó hacia Esquina para la búsqueda, “ya había carteles luminosos, dos cargas de tierra en el pavimento, tambores de 200 litros cortando el tránsito, policías sentados en el medio de la ruta. El paso desde Goya hacia Esquina por la ruta estaba clausurado totalmente, pero después de que ya todo pasó”, lamentó el entrevistado.Sobre el pedido de la familia porque se haga justicia, Cristian indicó que, para él, más allá de aquello, “en lo único que pienso ahora es en despedir a mi hermano. Que descanse y que nosotros podamos seguir adelante”.Elena Dzikovski (46), sobreviviente del hecho, contó ante la Justicia correntina que al momento del hecho no había nada que los hiciera pensar junto a su marido que la ruta estaba cortada. “Ella está muy mal, aún en estado de shock. Tendrán que pasar unos cuantos días para que podamos sentarnos a hablar”, refirió Cristian, quien anoche aguardaba la llegada de los restos de Rogelio.El conductor misionero falleció en la madrugada del miércoles 12 de julio cuando guiaba una Ford Ecosport junto a su esposa, por la ruta nacional 12, rumbo a Buenos Aires. Alrededor de las 5.45, el rodado cayó a las aguas del arroyo Guazú -uno de los brazos del río Corrientes, a 20 kilómetros de Esquina- y Elena logró nadar hasta la costa. La principal teoría indica que el hombre intentó hacer lo mismo pero murió a causa de un infarto. Por el momento todo es materia de investigación por parte de la Justicia de la provincia vecina, que caratuló la causa como “homicidio culposo e incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
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