Las historias de la calle suelen deparar sorpresas. Historias que seguramente quedarán en el anecdotario popular. Como la que ocurrió ayer en inmediaciones del puente San Roque González a media mañana. Una mujer llegó con un frasco en su mano y preguntó a un grupo de policías dónde podía deshacerse de lo que tenía en su mano.Celosos, como siempre, en el cumplimiento del deber, los uniformados demoraron a la portadora al percatarse de que se trataba de un feto conservado en alguna sustancia. Decidieron llevarla a la Seccional Cuarta y luego, por razones de jurisdicción, remitir a la Tercera, donde la mujer debió dar explicaciones sobre lo sucedido.La persona, cuya identidad no trascendió, dijo que estaba limpiando la casa de su hermano, que estudia diseño gráfico, y le llamó la atención. Y que como es una persona de convicciones religiosas, decidió deshacerse de aquello que ofendía su creencia. A su vez explicó que su hermano lo había recibido en calidad de préstamo de un taxidermista que lo conservó en formol.De acuerdo a lo relatado por la mujer, el especialista en taxidermia a su vez había recibido el feto de parte de una profesora de biología hace unos 7 años, cuando trabajaba en el hospital Madariaga. Esta mujer había conservado varios fetos para realizar estudios, o sea que los poseía con fines estrictamente científicos.Lo cierto del caso es que la asustada mujer que estuvo a punto de deshacerse del frasco con el embrión debió pasar algunas horas de tensión y dar las explicaciones del caso.Por disposición del juzgado de instrucción de turno, la Seccional Tercera inició un sumario para esclarecer totalmente el asunto.(Nota publicada por PRIMERA EDICIÓN el 6 de febrero de 2002)
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