Los beneficios de la Meditación. Entre los beneficios prácticos e inmediatos de la meditación, el Prof. Ansaldi menciona el alivio de las tensiones, temores, ansiedades, angustias e insomnio. Con la práctica constante se incrementa la energía, eficiencia, positividad, alegría de vivir, inteligencia creativa, paz interior e intuición… ¡el sexto sentido!Al mismo tiempo que mejoran la salud, la memoria, la eficiencia y las relaciones interpersonales. Después, con tiempo, perseverancia y en un grado de práctica más elevado, de la quietud del cuerpo y de la mente podremos sentir nacer una luz de amor y alegría, que luego se irradiará desde lo más profundo hacia los seres y cosas que nos rodean, junto con la predisposición a vivir en perdón, gratitud y ayuda desinteresada.Ramiro Calle agrega que la meditación es bálsamo, bienestar físico y mental, equilibrio emocional, solución para muchos conflic- tos internos, reconciliación con nosotros mismos, autoconquista y desarrollo de una nueva manera de ver y tomar las cosas, a partir de la observación atenta y no reactiva de los propios procesos psicofísicos, en el aquí y ahora, ejercitando la atención sosegada y ecuánime en las actividades cotidianas.Como arte de vivir, en una instancia superior, la meditación es puente hacia la emancipación y liberación del ser -nos explica el mismo autor-, porque implica la superación de cinco obstáculos básicos o samskaras: apego, odio, egocentrismo, ignorancia básica de la mente y anhelo de inmortalidad del pequeño yo. Esa libertad resulta de una percepción vivencial y directa, de una nueva manera de experimentar, que modifica todas las estructuras anímicas del practicante, hasta que en un momento se le revela su esencia ontológica, su naturaleza prístina y original y él se absorbe en su verdadera identidad. Es el samadhi. Y aunque ésta experiencia dure sólo unos segundos, su trascendencia modificadora aporta un conocimiento supramundano que transforma todas las energías del individuo.Como vimos en la nota anterior, el samadhi es el octavo grado del Raja Yoga, la “octava superior” del Yoga. Sin embargo, todas las ramas de nuestra disciplina implican una actitud meditativa, porque es un método de mejoramiento humano, arte de concentración y entrenamiento armónico de la mente.Como vemos, meditar es mucho más que una práctica concreta de desarrollo mental. No es sólo sentarse a meditar, como dice Jaime Baraz. Meditar es una actitud. Hay meditación en quietud y en la acción. Meditar es mantener la consciencia alerta, la armonía, la ecuanimidad y dejar que aflore la alegría innata.Aquí y ahora, en la clase de yoga, en la hora del ahora, sentimos la respiración, percibimos el cuerpo relajado y nos sumergimos en lo profundo de la consciencia. Y mientras el pensamiento fluctúa entre el pasado y el futuro, el estado meditativo es aquí y ahora, en el instante, con la atención pura. Al finalizar la sesión, comprendemos que nos acompañarán como un leitmotiv cotidiano tres manifestaciones principales: actitud, ecuanimidad y alegría, que son tema para la próxima nota. Namasté.ColaboraAna Laborde Profesora de Yoga [email protected]. 4430623
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