Señora Directora: Hablaba con el diputado Luis Pastori hace unas semanas sobre proyectos legislativos en curso para establecer el cupo femenino del 50% de cargos electivos opiné que no deberían establecerse porcentajes de cupos a favor de nadie. Sí tendrían que proponerse y ser elegidos los mejores por su capacidad, honradez y humildad sin considerar sexo, ideología religiosa u otras que pondrían límites sin sentido y que a la larga o a la corta favorecería nuevas arbitrariedades… Incluso planteé qué pasaría con los homosexuales, transexuales, etc. ¿A qué grupo pasarían a representarlos? ¿Cómo se definirían los casos de los mutantes que en sus D.N.I. figuran como masculinos y quieran votar como femeninos?1) Que actualmente la sociedad tiene otras prioridades más importantes y urgentes que a gritos piden soluciones y no tontas discusiones y propuestas de escritorios que en general no ayudan a mejorar la calidad de las representaciones democráticas a votar. No hacen falta más leyes, sino cumplirlas.2) Que los legisladores y concejales sólo cobren sus dietas –que a su vez guarden relación con salarios normales- en la medida que trabajen. Durante sus largas vacaciones vivan de sus genuinos ingresos, y las ausencias sean descontadas como a cualquier empleado. A fin de cuentas si no asisten no merecen cobrar aplicándoseles la misma medicina con que los gobernantes justifican los descuentos por paros docentes, aunque sus reclamos sean justos porque simplemente reclaman un salario y jubilación dignos.3) Que tengan cobertura de la obra social y jubilaciones comunes. Que el ejercicio de cargos electivos sea un honor y no un puente de insostenibles y vitalicios privilegios alejados de sus representados y contar con custodios y aplaudidores pagos o rehenes de sus favores para satisfacer sus egos o temores de volver al llano y allí continuar su vida entre pares que los respeten por lo que son, no por lo que tienen.4) Sería más útil preocupen de que las leyes electorales exijan transparencia real de todo el proceso; limiten las reelecciones, anulen lemas, sublemas y listas colectoras, votaciones a mano alzada porque el jefe mandó, dando real independencia personal para que quien legisle lo haga teniendo en cuenta el bien común, no el partidismo populista y demagógico que privilegia caudillismos y corrupciones que perjudicaron ya demasiado a quienes creemos en la democracia como un modo de vida basado en la igualdad y justicia para todos.5) Sobran casos de gobernantes y funcionarios corruptos que fueron premiados con nuevos cargos para mantener privilegios y fueros mal entendidos con el evidente fin de escabullirse de sus responsabilidades legales, por ello deberían prohibirse estas prácticas detestables y corruptas estableciéndose el transcurso de un plazo razonable para volver a candidatearse.6) Otras situaciones de mala praxis a considerar son los candidaturas testimoniales, las borocotizaciones con sanciones ejemplares para quienes violan las constituciones dándole sus personales interpretaciones permitiendo apropiarse de bancas de minorías, tomándoles su jura constitucional que para colmo luego de ejercer ilegalmente sus mandatos fueron premiados como magistrados en la Justicia u otros cargos importantes para seguir tapando irregularidades.7) Así hay muchas perlitas bien misioneristas que todos conocemos, pero el poder dominante –obediencia debida por medio- impuso sus números y forma personal, arbitraria e ilegal de entender sin que la Justicia, cooptada también, lo corrigiera en tiempo y forma.8) ¿Si los empleados normales estatales y privados pagan impuesto a las ganancias por qué se admite que los jueces no lo paguen? ¿Acaso la Constitución no prohíbe los privilegios y establece la igualdad ante la ley que estos señores juran respetar y hacer respetar? Algo está fallando en las legislaciones que democráticamente deben ser arbitradas para el bien común y no en beneficio de algunos.





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