En enero de 2015 una mujer de 36 años fue arrastrada de los pelos hasta una zona de pinares. Su expareja, identificado como Egón Lorenzen le rodeó una cadena al cuello y la ató a uno de los árboles. Ella pensó lo peor y suplicó para que no la lastimara. El pánico se apoderó de su cuerpo y finalmente, se desmayó. Poco después, cuando despertó, notó que estaba en su casa. Pero la pesadilla no había terminado. El agresor comenzó a amenazarla, principalmente le exigió que no realice la denuncia y que olvide lo ocurrido. Sin embargo, ella logró escapar y pidió ayuda. Egón Lorenzen terminó detenido y en agosto se sentó en el banquillo de los acusados donde dio su versión de los hechos.Sin embargo, el Tribunal Penal 1 de Oberá lo halló culpable por el delito de “privación ilegítima de la libertad agravada por el vínculo y amenazas en concurso real” y lo condenó a diez años de prisión efectiva. El debate oral y público fue presidido por José Pablo Rivero, secundado por Lilia Avendaño y Francisco Aguirre.La arrastróEl violento e inusual episodio ocurrió en enero de 2015 en la localidad de Dos de Mayo, la mujer de 36 años salió de su casa y fue al correo para cobrar el salario. En principio, la rutina iniciaba sin sobresaltos pero todo cambiaría. Eran cerca de las 10 cuando su expareja, Egón Lorenzen la esperaba a la salida del correo dentro de su coche. Ni bien la vio, descendió y la siguió. No tardó mucho en alcanzarla, la tomó de los pelos, le tapó la boca y bajo amenazas la arrastró hasta el vehículo.De acuerdo a la víctima, el hombre estaba descontrolado. Primero, detuvo la marcha frente a la vivienda de la mujer y todo parecía haber terminado. Pero no fue así. Antes de que ella descendiera del rodado, el agresor puso el pie en el acelerador e inició la marcha hacia el calvario. Circuló algunos kilómetros hasta que llegó a una zona de pinares. Ingresó al lugar y finalmente apagó el motor. Ella permanecía dentro del vehículo mientras escuchaba las amenazas del hombre. Hasta que lo vio sacar, del baúl, una pesada cadena y pensó lo peor.Egón volvió a tomarla del cabello y la obligó a salir del auto. Luego, le rodeó la cadena al cuello y la arrastró hasta uno de los pinos donde la ató, también con cadenas. La ajustó con fuerza y cuando se aseguró de que la mujer no podía librarse, el hombre volvió al rodado. Pero ella, indefensa y en medio del terror, no aguantó y se desmayó. Al despertar advirtió que le sacó las cadenas y la llevó a la casa. Cuando recobró las fuerzas, el sujeto volvió a amenazarla para que no diga a nadie lo ocurrido. Sin embargo, en un descuido del violento, la mujer logró huir y radicar la denuncia.De inmediato, la Policía inició un operativo y logró apresar a Egón Lorenzen quien desde enero de 2015 permanece tras las rejas.
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