Nos falta conciencia de comunidad de humanos, hasta que el último de nosotros no tenga lo que debe tener, todos somos pobres. Las mujeres estamos liderando un cambio, reclamando no solo más justicia, sino otra justicia, basada en valores más profundos y universales que exceden en el plano jurídico. Una ley interior que se vive desde el sentido solidario, desde la escucha atenta, desde una ética concebida desde el alma.Pero eso, en un tiempo en que la credibilidad de la justicia de los tribunales está devaluada y cuestionada, son cada vez más las mujeres que encaran en sus propias vidas- solas o en forma colectiva- un reclamo imprescindible, desafiando las academias y enfrentando a las mafias y puro coraje, y también modificando leyes y costumbres desde el poder.Entre las mujeres con las que conversamos, hay miradas innovadoras, comprensivas, lúcidas y sobre todo, un profundo compromiso y entrega hacia las demás.Ellas dan testimonio de que un nuevo orden de valores está surgiendo con fuerza en el país, y tal vez con el mundo. Asoma otra justicia con cara de mujer. Cuando no, es sólo una de tantas estructuras políticas, y la política nunca ha saciado nuestra hambre más profunda.Con ese espíritu, convencidas de que el amor es el que dicta nuestra ley interior, las invitamos a recorrer juntas este universo.HaikuSi desconocen,si no te reconocenen cada hombre.Colabora: Aurora Bitó[email protected]





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