En mayo se realizaría la asamblea general ordinaria de Emsa donde se deberá tratar el balance del año 2014, confeccionado en 2015 y que arrojaría una pérdida de 229 millones de pesos, según datos que fueron brindados a PRIMERA EDICIÓN por funcionarios de la empresa eléctrica.Las pérdidas, durante los últimos siete años de la empresa, según las mismas fuentes, ascienden a casi mil millones de pesos, entre los períodos 2008 y 2014.En el Gobierno algunos creen que con esos números, sumado a la auditoría ordenada por el gobernador Hugo Passalacqua luego de numerosas denuncias por desmanejos y el evidente enriquecimiento de algunos funcionarios relacionados a la empresa, los principales responsables de la empresa tendrían que renunciar o ser desplazados de sus cargos.Las pérdidas son conocidas por todos dentro del Gobierno, pero no con detalles. Por ejemplo, el mismo vicepresidente de la empresa, Marcelo Sánchez, cuñado del exgobernador Closs, detalló en su cuenta de Facebook hace pocas semanas atrás que la empresa tiene pérdidas de 40 millones de pesos por mes.Intentando hacer una defensa de la nefasta administración de Emsa, señaló que necesita 60 millones por mes para el pago de sueldos y otros 60 para comprar la energía (serían 70 u 80), lo que hace un gasto de 120 millones mensuales “pero sólo recauda 80 millones, por lo que mensualmente hay un déficit de 40 millones de pesos”, admitió el funcionario. “Faltan 40 millones y la Provincia no puede hacer frente a esa suma”, agregó.La pérdida más grande se habría registrado en 2013, con 250 millones de pesos, luego en 2014 fueron 229 millones. En los años anteriores fueron: 183 millones en 2012; 128 en 2011; 59 millones en 2010; 41 millones en 2009 y 39 millones en 2008.Esta situación crítica a causa de desmanejos fue solventada durante los ocho años de Closs como gobernador con decretos de más de 20 millones de pesos mensuales, que aportaba a la empresa dirimida por su amigo Ferreyra, haciendo la empresa totalmente insolvente y profundizando su ineficiencia económica, administrativa y los desmanejos internos.Auditoría polémicaAhora se ordena una auditoría donde no se revisará los períodos anteriores, evidentemente porque no hay intención de transparentar ni buscar a los responsables del desmanejo. “No se obtendrá información sobre hechos del pasado, pues las acciones correctivas en ciertas ocasiones son extemporáneas; se analizará lo que se desarrolla en tiempo real. Se trata de una evaluación objetiva sobre las actividades que se realizan en la empresa para cumplir sus fines y objetivos” señalaron desde la organización que nuclea a los contadores públicos misioneros, encargados de firmar el acuerdo con el gobernador Passalacqua.Nadie duda que hubo desmanejos millonarios en la empresa y que han abusado de los nombramientos de familiares y políticos: hay ocho empleados por usuario, mientras la media de otras empresas provinciales es tres empleados.Por otra parte, aunque Uruguaí produce el 30% de la energía, la empresa decide aplicarle el precio sin subsidio -como si comprara a Cammesa- al 100% de la energía que distribuye. Para colmo, Emsa no estaría inscripta como generadora de energía por lo tanto no declararía el 30% de lo que genera ante Cammesa.Hay un porcentaje obsceno de pérdida, que ronda el 40% del total de la energía, y esa ineficiencia del sistema la terminan pagando los usuarios. Esa pérdida le causa doble daño económico a los misioneros: con ese equivalente podrían subsidiar el consumo aproximado de cien mil personas y además, le obliga a la Provincia a asistir económicamente con decenas de millones por mes (en los últimos años fueron entre 20 y 30 millones).Sin embargo, la auditoría no mirará hacia atrás, justamente cuando se esperaba que revele con precisión quiénes, cómo y cuánto exactamente desviaron los recursos de todos los misioneros.Si una auditoría no determina estas irregularidades deja de tener un sentido revelador para pasar a ser un mero informe lavado y sin responsables.





Discussion about this post