El corte que se produjo en la calurosa madrugada del viernes inició un malestar generalizado y reavivó los reclamos de los vecinos de Garupá que se sienten impotentes ya que “todos hacen oídos sordos a sus continuos reclamos y nadie se hace cargo de la situación”.Los cortes en el suministro eléctrico en este municipio son constante. Pero el último apagón que se prolongó por más de seis horas, con más de diez micro cortes incluidos, fue la gota que rebalsó el vaso para los habitantes, que mostraron toda su bronca y compartieron su disgusto porque nadie se hace cargo de lo que sucede.PRIMERA EDICIÓN recorrió algunos barrios de ese sector, conversando con comerciantes y vecinos que se mostraron “muy disgustados” por el corte de luz que se produjo en el día más caluroso de febrero, que además provocó el faltante de suministro de agua, la pérdida de aparatos electrónicos de alto costo y comestibles.“Esto es un problema de siempre, pero este último corte provocó la pérdida de artefactos electrónicos a muchas familias. Además por el tiempo que duró el apagón muchas personas no dormimos nada por el insoportable calor. Encima ni siquiera podíamos salir afuera por los mosquitos”, aseguró Omar Vera, propietario de un taller electrónico, que además señaló: “Acá recibí muchos aires acondicionados, computadoras, televisores y varios aparatos electrónicos, todos quemados. Esto producto de los incontables micro cortes”.Esta problemática que viene de ahora a hace varios años que viene sucediendo. A principio de año con la instalación de un nuevo transformador los cortes se suscitaron en menor medida, aunque las bajas de tensión continuaron. Pero en el transcurso del segundo mes del año los problemas volvieron y encendió la bronca de las personas.“Tuvimos un enero bastante tranquilo, no hubo muchos cortes, pero cuando comenzó febrero empezaron los bajones eléctricos que afectó de distintas maneras a las personas. Algunos con pérdidas de los alimentos perecederos y otros con insumos eléctricos. A nosotros, siempre que hay bajones eléctricos, se nos quema los forzadores de la heladera. Esta última vez tuvimos que cambiar cuatro y cada un cuesta alrededor de 400 pesos más la mano de obra”, explicó Julio Burtnyk, propietario de un reconocido supermercado ubicado sobre la avenida Las Américas.Toman recaudosLos antecedentes con los constantes apagones hicieron que algunos vecinos, sobre todo los que tienen negocios, tomen medidas y para ello realizaron importantes inversiones para subsanar en cierta forma este inconveniente.“Hicimos un sacrificio familiar para comprar un grupo electrógeno. Invertimos 200 mil pesos en el generador que lo trajimos de Córdoba porque acá nos salía más caro. Eso tuvo su precio ya que nos privamos de ampliar el negocio, de comprar un aire acondicionado para la casa y otras cosas”, sostuvo Burtnyk, que además se mostró afligido porque “hay otros comerciantes que no tienen la posibilidad de realizar estos gastos para comprar grupos electrógenos y por ello pierden sus mercaderías. La gente de la agencia de quinielas perdió la totalidad de sus elementos electrónicos que usan para el trabajo”, lamentó el hombre.A todo esto, en el barrio Lomas del Sol hay vecinos que pretenden crear una comisión vecinal para encargarse de estos temas y que constantemente realizan reclamos a Emsa, pero no reciben ni una respuesta a cambio. Es más, la empresa con asentamiento en Garupá pasa la responsabilidad a la de Posadas y viceversa y el problema sigue sin solución generando una lluvia de críticas de la población.“Estamos cansados de llamar a Emsa y que no nos den ni una respuesta. Nos dicen que no es problema de ellos sino de Posadas, pero cuando nos quejamos en la capital nos derivan acá nuevamente. Para completar el municipio no se hace ver. Hace oídos sordos a los reclamos diciendo que es problema de Emsa si no hay luz y si no hay agua es de Samsa. Acá siempre es así, se tiran la pelotita unos a otros y nadie nos da una solución o respuesta. Estamos cansados de la inoperancia de la Intendencia”, aseveró Nidia Ruíz Díaz, vecina de la zona que pretende crear, junto con otras personas, una comisión vecinal pero siempre entra trabas por parte de la Municipalidad.Temor a represaliasVarias personas decidieron no dar su identidad por miedo a represalias, pero se animaron a comentar a este diario de qué manera los afecta esta situación.“Cuando hay bajas de tensión vuelve con tanta fuerza que no hay artefacto electrónico que aguante. Se nos quemó dos freezer y perdimos cerca de 40 kilos de helado y otros tantos los pusimos en oferta porque estaban bastante derretidos”, explicó una empleada de una heladería de Garupá.“Lo único que pedimos es que nos den una solución porque no podemos seguir así, aguantando el calor, sin luz, sin agua y bancándonos los mosquitos teniendo bebés y ancianos en la casa”, concluyó una peluquera del barrio Don Santiago.
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