Tras la polémica de la semana porque el costo de la hacienda bajó más del 20% en Liniers y ese descenso no se reflejó en supermercados y carnicerías, dejó en claro que estos altos precios no van a retroceder.
El presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Dardo Chiesa, fue claro al hablar con NA: “El precio de la carne no va a bajar”.
La razón de esta categórica afirmación radica en que, según Chiesa (quien presidió el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna), la ganadería argentina se encuentra en un período de escasez.
En la semana conflictiva que pasó se vendieron 20 mil cabezas de ganado en el Mercado de Liniers y el saldo fue que los precios se mantuvieron estables.
“El precio de la carne va a ser éste y va a subir”, manifestó Chiesa en diálogo con NA y agregó un dato para el debate al manifestar que existe una enorme distorsión ya que el kilo de asado se encuentra en algunos lados a 89 pesos y en otros a 140.
Expresó que el “precio no va a bajar porque falta carne” y dijo que la importación de cortes bovinos que estudia el gobierno no será “importante como para sustituir lo que nos falta”.
“¿Qué podemos importar de Uruguay, dos mil, tres mil toneladas, no mueve la aguja, nosotros producimos dos millones seiscientas mil toneladas”, enfatizó.
Consideró que “los argentinos debemos entender que nos metieron en una ecuación de escasez de carne. En realidad lo que deberíamos pensar es en cómo está respecto de los otros alimentos, contra el pollo y el pescado y uno se da cuenta que no está cara”.
Para Chiesa en el período kirchnerista desaparecieron 12 millones de cabezas y no fue “gratis”. Agregó: “¿pensás que esto no tiene efecto sobre una Argentina que crece?”.
“¿Cómo hacés dentro de 10 años cuando vamos a ser 55 millones de habitantes y vas a necesitar tres millones cien mil toneladas para darle 50 kilos (por año, por habitante) a la gente?”, se preguntó.
Con un stock bovino que no llega a los 51 millones de animales, el argentino consume hoy 54 kilos por año y en Uruguay, por ejemplo hay equilibrio ya que son 12 millones de cabezas contra cuatro millones de habitantes.
“Aquí somos 42 millones de habitantes y no tenemos 51 millones de cabezas para alimentar, hay una diferencia con Uruguay que tiene una relación de tres vacas por habitante”, sostuvo el ruralista a Noticias Argentinas.
Otro concepto que definió fue el de la culpa por los precios de la carne: “esta semana puede ser de cualquiera, pero la verdadera culpa es que entramos en una escasez crónica, no hay para abastecer”.
“El pollo aumentó mucho más que la carne y nadie dice nada, porque la carne vacuna es mucho más sensible para la gente”, reconoció.
Además señaló que cuando se pierde el equilibrio, como es entrar en una situación de escasez, se fomenta la volatibilidad de los precios, hace que haya grandes bajas o importantes subas.
Fuente: Noticias Argentinas