El papa Francisco emprendió este lunes el viaje de regreso a Italia después de una visita de dos días a la República Centroafricana. Tras la misa final en Bangui, la caravana papal se dirigió al aeropuerto desde donde el avión despegó poco después.Pese a las preocupaciones por la seguridad del pontífice en esta nación convulsionada, Francisco pudo visitar en enclave musulmán de PK5 y oficiar la misa en la catedral y el estadio deportivo sin incidentes. Así concluyó la visita papal de cinco días a Kenia, Uganda y la República Centroafricana.En su último día de gira por el continente africano, el papa Francisco dijo a la multitud reunida en la mezquita principal de Bangui, la capital de la República Centroafricana, que cristianos y musulmanes son hermanos y que deben vivir como tales.En un viaje inusual al vecindario conocido como PK5, el pontífice recordó este lunes cómo cristianos y musulmanes habían convivido pacíficamente durante mucho tiempo en Bangui.La violencia sectaria que estalló hace casi dos años obligó a la mayoría de los 122.000 musulmanes residentes en la capital que huyeran para salvar la vida.Más temprano el papa Francisco visitó un enclave musulmán dentro de la República Centroafricana en el segundo día de su viaje al convulsionado país.La visita formó parte del mensaje de paz y reconciliación que el pontífice trajo a la convulsionada nación sudafricana.Francisco insistió en visitar el acosado enclave pese a preocupaciones por su seguridad.Francisco dijo a la multitud reunida en la principal mezquita de la capital de República Centroafricana que los musulmanes y los cristianos son hermanos y que deben vivir como tal.En un inusual viaje a un volátil vecindario conocido como PK5, el pontífice recordó el lunes como cristianos y musulmanes vivieron en paz durante años en Bangui.La violencia sectaria que estalló en la ciudad hace casi dos años obligó a la mayoría de los 122.000 musulmanes que residían en la capital, Bangui, a huir por motivos de seguridad. Solo 15.000 siguen viviendo allí ahora.La visita de Francisco tiene un profundo simbolismo y fue el punto culminante de su visita pastoral a tres naciones africanas. El viaje terminará con el papa oficiando una misa en el estadio de Bangui antes de retornar a Roma.La violencia obligó a la mayoría de los 122.000 musulmanes que residían en la capital, Bangui, a huir por motivos de seguridad. Solo 15 mil siguen viviendo allí ahora.
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