POSADAS. Culpable. Para la Justicia, Francisco Ademar Bourscheid (53) es el asesino de Angélica Ramírez (14). Así quedó resuelto ayer por la tarde en el Palacio de Justicia, donde el Tribunal Penal 1 de Posadas condenó al “panadero” a la pena de prisión perpetua al hallarlo responsable del delito de “homicidio calificado por la alevosía”.Fue en el cierre del juicio oral y público que comenzó el martes 21 de octubre y que dividió las aguas de la opinión pública, principalmente en Puerto Rico. Ayer esa dicotomía volvió a quedar reflejada en los familiares del condenado, quienes, una vez leída la sentencia, acusaron a la fiscalía y al tribunal por cometer lo que consideraron “una injusticia contra un inocente”.No obstante, para los magistrados Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo las pruebas recolectadas en la causa fueron más que suficientes para probar la autoría material del acusado en el episodio.La condena adoptada por el tribunal había sido solicitada minutos antes por la fiscal Liliana Picazo en los alegatos. Al contrario, el abogado defensor Mario Cáceres había requerido la absolución de su pupilo en su conclusión final, tal como pudo atestiguarlo PRIMERA EDICIÓN en el Salón de Usos Múltiples del edificio judicial.Antes de que se conociera el fallo, el todavía imputado había pedido la palabra por última vez: “Yo no fui quien mató a Angélica, no tuve nada que ver y pienso que las pruebas me las plantaron. Me declaro inocente”, sentenció.Pruebas suficientesLa jornada en el auditorio de la avenida Santa Catalina al 1.900 comenzó ayer alrededor de las 9.20 con la apertura de los alegatos. Como marca la normativa vigente, abrió las conclusiones Picazo, representante del Ministerio Público Fiscal de la provincia.“La mentira es más fuerte incluso que el ADN, porque, en reversa, legitima la verdad; Bourscheid mató a Angélica como a un perro, la dejó tragando tierra”, lanzó la fiscal en medio de una exposición que duró unas dos horas.Picazo dedicó una buena porción de ese espacio a “desactivar” las acusaciones del imputado sobre el presunto “plante” de sangre de Angélica en las zapatillas secuestradas en su casa.“Ese allanamiento fue impecable, correcto, de plena legitimidad”, aseguró, tras lo cual presentó videos y fotos de aquel procedimiento en el que resultó detenido el “panadero”.“Bourscheid autorizó el ingreso de la Policía a su domicilio, donde en todo momento hubo una testigo presente”, dijo Picazo, en relación con el testimonio de las dos mujeres que presenciaron el allanamiento. Éstas, vecinas del acusado, habían dicho primero que cuando entraron a la casa ya había diez personas en el interior y, luego, que en determinado momento ambas se retiraron de la escena.“En el video se ve que esa testigo entra primero junto con los detectives y que en el interior no había nadie”, explicó la fiscal, tras lo cual mostró una foto del momento en el que los investigadores secuestraron las zapatillas y en donde también se observa a la mujer.“En todo momento hubo una testigo en la casa. Por eso se puede afirmar que las testigos mintieron descaradamente. Fue un acto legítimo y no hay cuestionamientos. Ese trabajo fue correcto e impecable”, sentenció.Sin embargo, Picazo dijo que “aun sin esa prueba de ADN, esta fiscalía está en condiciones de afirmar en grado de certeza que Bourscheid es el autor”.Al respecto, la funcionaria apuntó primero a las testigos que aseguraron haber visto a Bourscheid en su Renault Express roja en calle Alejo Rauber y Pionero Stofel, en el acceso al barrio San Francisco, donde vivía Angélica.“Estaba ‘mangueando’ a la menor. Sabía que salía en ese horario, entre las 20.30 y las 21. Y las testigos recuerdan esa camioneta porque estaba mal estacionada. Una de ellas lo ve al otro día y reconoce las heridas que tenía en uno de sus brazos”, analizó.Picazo apuntó luego a las huellas de zapatillas halladas en la escena del hallazgo, sobre calle Pionero Khun, “que son coincidentes con el calzado secuestrado en su casa”, a las heridas que presentaba el imputado y que fueron ratificadas en los informes médicos, a las amigas de la víctima que aseguraron que Angélica había hablado de un “panadero” que “le iba a pagar la fiesta de quince” y a que Bourscheid conocía a Angélica desde que tenía doce años.“El ADN es valioso, pero hay que confrontarlo con todos los elementos de la causa. Y más allá de los esfuerzos de la defensa, no hay otro camino que decir que todos los caminos conducen a Francisco Bourscheid, quien pone en estado de indefensión a la víctima y la mata salvajemente”, agregó, tras lo cual explicó que, para ella, el “panadero” mató a Angélica y dejó el cuerpo minutos después de las 21 en el lugar del hallazgo y luego fue a su casa. Por eso, según ella, nadie lo vio acompañado aquella noche.Cerca del final, en relación con la división que existe en Puerto Rico con respecto al caso, la fiscal aseguró que en esa localidad “la gente se resiste a ver a un ‘gringo’ preso por la muerte de un criollo o, me duele decirlo, de una ‘negrita’, como he escuchado en la zona. A los propios policías la gente les decía que dejaran de ocuparse de eso y buscaran a ladrones ¿Tanto les cuesta creer la evidencia? Las pruebas están acá”.Luego de presentar un croquis en el que habló sobre el presunto falso testimonio en el que incurrieron los testigos de la defensa (“fueron todas mentiras”, dijo y acusó también en ese sentido al padre Chatelain, en su momento cura de Puerto Rico), la fiscalía pidió la pena de prisión perpetua para Bourscheid por el delito de “homicidio calificado por la alevosía”, descartando así el ensañamiento.Allanamiento nuloAlrededor de las 11.50 llegó el turno para el abogado defensor Mario Cáceres, representante legal de Bourscheid, quien adelantó que en su conclusión se dedicaría a “demostrar las irregularidades del procedimiento policial desde el inicio de la investigación”.El letrado se preguntó primero por qué no se investigaron a fondo otras hipótesis. “Un prefecturiano, el hijo de un juez, allegados a ese magistrado”, enumeró al respecto, tras lo cual dijo que “la señora fiscal intenta
ba confundir al tribunal”.Cáceres también utilizó el sistema audiovisual para presentar una serie de fotografías que posteriormente fueron anexadas al expediente. “En la escena del hallazgo había neumáticos de motocicleta y ramas que no se secuestraron. Además, el levantamiento de pisadas no coincide con el calzado de mi defendido”, señaló.La defensa atacó luego el allanamiento en el que se secuestraron las zapatillas con manchas de sangre. Dijo que duró entre cinco y seis horas, “tiempo suficiente para hacer y deshacer lo que quisieran para involucrar a Bourscheid”.Sobre ese procedimiento, subrayó que “las zapatillas en cuestión estaban a la vista y no ocultas, más allá de que tenía la oportunidad de esconderlas o contaminar esa prueba”. Y sobre la mácula de sangre hallada en las suelas, se preguntó: “¿Cómo el luminol no arrojó manchas de sangre en el piso de la casa o en los pedales de la camioneta? En ese rodado tampoco se encontraron cabellos o rastros que lleven a pensar que Francisco alzó a Angélica y la llevó”.Cáceres fue entonces directo: “No debemos descartar la posibilidad de la plantación de pruebas. ¿En qué momento? En la ausencia de las testigos. Ese allanamiento sufrió múltiples nulidades y debe ser impugnado”, solicitó.El abogado también apuntó a los testigos y a las presuntas mentiras que se dijeron ante el tribunal. “Se va conformando una trama engorrosa que, por la duda, favorece al imputado”, lanzó, tras lo cual recordó que el “panadero” sufre problemas en sus rodillas y que, ante esa discapacidad, “no pudo haber matado a palazos a Angélica”.“Al contrario de lo que plantea la fiscal, no están probadas las circunstancias de tiempo, lugar y modo; los elementos no son suficientes para decir que Bourscheid es el autor del hecho. Por eso sostengo su inocencia y solicito la absolución”, finalizó Cáceres, cerca de las 14.15, quien pidió luego que, en caso de un fallo desfavorable, se condene a su defendido por el delito de “homicidio simple”.Antes de pasar a deliberar, los jueces concedieron la palabra por última vez a Bourscheid, quien entonces reiteró su inocencia: “No hay mucho para agregar. Yo no fui quien mató a Angélica, no tuve nada que ver y pienso que las pruebas me las plantaron, porque ese allanamiento fue un desastre. Me declaro inocente. Como nunca negué, ese día estuve en ese lugar, pero no esperando a Angélica. Nunca tuve nada que ver con ella ni con nada. Me declaro inocente y confío en que se haga justicia. Espero que salga la verdad y que se busque a el o los asesinos, tanto por la memoria de la chica como por la familia y todo Puerto Rico”.Sentencia condenatoriaLuego de esas palabras, alrededor de las 14.25, Errecaborde, D’Orsaneo y Dejesús Cardozo llamaron a un cuarto intermedio para deliberar sobre la sentencia. Regresaron casi una hora y media después, cerca de las 15.45, y ordenaron que se dé lectura de la sentencia por secretaría.“Se resuelve condenar a Francisco Ademar Bourscheid como autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por la alevosía a la pena de prisión perpetua con accesorias legales y costas”, se escuchó en el Salón de Usos Múltiples del Palacio de Justicia.Después de un silencio tenso que duró apenas segundos y tras la lectura de la sentencia, los familiares del condenado estallaron en lágrimas, acusaron a la fiscalía por lo que consideraron mentiras y, en medio del dolor, generaron revuelo en la sala (ver nota aparte).Bourscheid, escoltado por efectivos del Servicio Penitenciario Provincial, fue nuevamente esposado y retirado del lugar hasta el vehículo de transporte que lo llevó de regreso tras los muros. Allí donde, según resolvió la Justicia, deberá permanecer un largo tiempo por el crimen de la adolescente. “Quedó demostradoque no es un perejil”Desde el principio, Nelson Ramírez prefirió no acusar directamente a nadie y aguardar por la resolución judicial. Ayer también estuvo presente cuando se conoció la sentencia sobre Bourscheid y, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, aseguró que “se hizo justicia” por Angélica.“A mí no me interesa el dinero, yo vine para que mi hija descanse en paz. Y sé que ahora lo hace. Me voy conforme y desde el cielo la veo con una sonrisa”, lanzó el padre, emocionado, minutos después de la sentencia.“Estamos conformes”, agregó Ramírez en relación con la pena dictada por el tribunal, tras lo cual aseguró que “nosotros también peleamos hasta lo último” y, en relación con el condenado, sentenció: “Quedó demostrado que no es un perejil” .En relación con los momentos de angustia que se vivieron tras la lectura de la sentencia, Ramírez y su representante legal, el abogado Andrés Rauber, contaron que fueron amenazados por quienes reconocieron como familiares del condenado.“Nos apuntaron con el dedo y tuvimos que pedir custodia. Uno de ellos se acercó y nos dijo que íbamos a pagar, que ahora nos tocaba a nosotros”, relató Rauber al respecto. Debieron abandonar la sala de debates escoltados por efectivos del Servicio Penitenciario.Se llegó así al punto final por el crimen de Angélica, hija de Nelson, cuyo cuerpo fue hallado masacrado en la mañana del jueves 27 de septiembre de 2012 sobre la calle Pionero Khun de Puerto Rico.La autopsia reveló que la menor sufrió varios golpes en la cabeza e, inconsciente, fue arrastrada por el autor del hecho hasta un costado del camino, donde finalmente falleció después de agonizar.Una vez conocida la sentencia, el tribunal informó que la lectura de los argumentos se llevará a cabo en la sala de La Rioja al 1.700 el martes 2 de diciembre, desde las 11.30. Allí se conocerán las razones por las que los jueces tomaron la resolución condenatoria. “Francisco es inocente, esto es una injusticia”Apenas finalizó la lectura del fallo, los familiares de Francisco Bourscheid estallaron en lágrimas y gritos de bronca. Apuntaron contra la fiscal Picazo y los jueces del tribunal. Una de las hermanas del condenado incluso debió ser contenida por su propia familia y por efectivos del Servicio Penitenciario Provincial cuando avanzaba hacia las autoridades.“Los odio a todos, mi hermano es inocente, ojalá se les pudra la conciencia, no tienen derecho”, gritó la mujer en el momento de mayor tensión, envuelta en lágrimas y mientras algunos de sus familiares intentaban calmarla.Al respecto, PRIMERA EDICIÓN habló con un amigo cercano del “panadero”, quien actu&
oacute; como vocero de la familia ante los medios y expresó la perspectiva de los Bourscheid.“Él no tiene capacidad para hacer este daño”, señaló consternado Héctor Holzbach, vecino del condenado. “Todo esto es consecuencia de la mentira, ¿ustedes no creen que allá en el cielo no se está anotando todo esto?”, le preguntó a los periodistas que lo entrevistaban. “No sólo lo condenaron a él, sino a toda la familia”, opinó.Holzbach continuó y aseguró que “Francisco es inocente” y que la condena “es una injusticia total”. Dijo que tanto él como muchos “confían en su inocencia” y dijo que no deseaba a nadie de los presentes en la sala “que estén en el lugar en el que hoy está él”. Antes de despedirse, señaló que “Dios va a hacer justicia”.Bourscheid fue conducido a la Unidad Penal VI del Servicio Penitenciario Provincial, el Instituto de Encausados y Procesados de Miguel Lanús, donde fue alojado durante el juicio. Ahora la Justicia deberá resolver si continúa el resto de la pena en la Unidad Penal III de Eldorado, donde se encontraba hasta antes del debate, o si es trasladado a otra cárcel.De todas maneras, más allá del fallo, el abogado Mario Cáceres adelantó que presentará en los próximos días un recurso ante la Cámara de Apelaciones de la provincia. El letrado aseguró que llegará hasta las máximas instancias para probar la inocencia de su defendido.
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