POSADAS. “Yo no declaré que Angélica dijo que andaba con un viejo que es panadero y que le daba plata. Capaz que dije, no me acuerdo, además el que firmó mi declaración fue mi tutor en ese entonces, mi padrastro, yo no firmé nada”, aseguró ayer una amiga de Angélica Ramírez (14). Se trata de una menor de 17 años que declaró en el marco del juicio oral y público que se le sigue en el Tribunal Penal 1 de esta capital al “panadero” Francisco Bourscheid, de 53 años, acusado del crimen de la adolescente. Para la fiscalía, a cargo de Liliana Picazo, resultó llamativo que esto suceda, teniendo en cuenta que durante la instrucción de la causa a la chica le tomaron dicha declaración en su domicilio. Entre los testigos que desfilaron ayer también sobresalió lo manifestado por una tía política de la infortunada muchacha (ver “El vecino violento…”), quien apuntó contra un habitante del barrio San Francisco de Puerto Rico, donde se domiciliaba la menor asesinada. En ese sentido se supo que, a pedido de la defensa, ahora el hombre, identificado como Mario Senen, deberá comparecer ante el cuerpo tribunalicio, conformado por los jueces Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel Dejesús Cardozo.No es la primera vez que el nombre de Senen aparece durante el debate, teniendo en cuenta que -tal como se publicó ayer- su identidad apareció en unos volantes que fueron esparcidos por calles y avenidas de Puerto Rico y que, denuncia mediante ante la Fiscalía, fueron presentados por el defensor del imputado al Tribunal. Por ello, genera expectativas lo que pueda llegar a aportar ese vecino, quien de acuerdo a lo resuelto ayer, tendrá que presentarse el martes 4 de noviembre para ser interrogado y contar su versión. Se debe destacar además que una vecina y amiga de la víctima refirió haber sospechado de un prefecturiano tras enterarse de la muerte de Angélica (ver “Una testigo afirmó…”). Las amigas Dos testigos, de quienes no se difunde su identidad por tratarse de menores, de 17 y 14 años, hablaron ante el tribunal, una de ellas acompañada de su madre. La mayor de ellas aportó datos inherentes a la vida privada de la víctima, más precisamente de algunas parejas o personas con las que mantuvo supuestas relaciones sentimentales. En este caso se debe ser cauto, considerando que los presuntos noviazgos o encuentros con hombres -casi siempre mayores que la víctima- eran justamente contados por ella misma. “Hablaba muchas pavadas”, afirmó la citada testigo. “La llegue a ver unos días antes del hecho (miércoles 26 de septiembre de 2012) en un auto, que no era el vehículo que tenía Francisco Bourscheid, de noche y con un hombre al que no le pude ver la cara porque tenía vidrios polarizados. Al otro día, cuando fue a buscar su mochila a mi casa, porque me la dio cuando subió al auto, le pregunté quién era y me contestó que se trataba de un tío”, precisó la menor de 17 años. “Una vez ella contó al grupo de amigos que nos juntábamos en los recreos a tomar tereré que andaba con un gendarme, un policía y un prefecturiano, aunque nunca quería decir el nombre de estas personas”. Consultada por las partes y el tribunal, la menor negó rotundamente parte de su declaración en la fase de instrucción de la causa y donde involucraba a un “viejo que es panadero”. Desliz de la defensaA su turno, la menor de 14 años, que también tenía cierto grado de amistad con la víctima, dijo que se cruzó con Angélica en el barrio San Francisco “entre las 19 y las 20 del miércoles 26 de septiembre de 2012, día anterior al hallazgo del cuerpo, y que ella se dirigía hacia la calle Pionero Khun, pero iba sola y no vi vehículos en la zona a esa hora”. La jovencita demostró tener una gran memoria, al referirse a la vestimenta que llevaba puesta Angélica y que coincidió con la que tenía al momento del hallazgo de su cadáver. Seguidamente agregó que solía ver motos y autos frente a la casa de la víctima, aunque dijo desconocer si ella mantenía algún romance. Antes de que la testigo se retirase (declaró acompañada por su madre), el defensor del imputado, Mario Cáceres, le preguntó a la chica si tenía novio. La menor le contestó que “no, porque tengo 14 años y no puedo tener”, por lo que el letrado insistió “¿y por qué no tiene novio?”, lo que motivó que el camarista Eduardo D’ Orsaneo le llamara la atención al abogado, al considerar que era una pregunta totalmente innecesaria y que no aporta nada a la causa que se sigue. Un vecino catalogado de violento La tía política de la víctima, Norma Mareco, apuntó directamente contra un vecino de Angélica, al que calificó de “violento”. Se trata de Mario Senen, el mismo que a través de panfletos fue acusado en Puerto Rico -en forma anónima- de ser el autor del hecho, tal como lo denunció el defensor del imputado un día antes.Mareco, quien anteriormente era pareja de un tío de Angélica, dijo que la menor tuvo inconvenientes con un vecino (Senen) y su esposa, por conflictos de convivencia entre el hombre y el hermano de Angélica, siempre en el barrio San Francisco de Puerto Rico. La mujer señaló además que el vecino conflictivo -quien trabaja en un frigorífico de la zona- en una ocasión habría amenazado con un arma blanca al joven. Otro detalle no menor que dijo la tía política de Angélica es que la esposa de Senen no quería a la víctima.Más testimoniosCompletaron la ronda de testimonios de la sexta jornada del juicio oral y público una compañera de hockey de Angélica, quien llegó a decir que “ella le había comentado en algunas ocasiones que tenía dos novios, uno joven que vivía en Posadas y otro de mayor edad”, pero que nunca le dio identidades. Además, estuvieron en el estrado una docente y su hija, quienes no aportaron mayores elementos al caso que se juzga. También otra vecina declaró y dijo haber visto una camioneta roja cerca de la escena del homicidio, aunque, al observar las fotografías del vehículo de Bourscheid (un utilitario de color rojo), afirmó que no se trataba del mismo rodado. El tribunal ordenó un cuarto intermed
io hasta hoy a las 8.30, cuando continuará el debate con la comparecencia de más testigos. Hasta el momento el acusado se encuentra comprometido por los rastros de ADN hallados en sus zapatillas, que fueron incautadas en su casa tras el horrendo crimen. Una testigo afirmó que sospechó de un prefecturianoUna amiga del barrio de Angélica Ramírez, identificada como Carolina Barboza, señaló ayer que “al enterarme de que ella fue asesinada sospeché de un prefecturiano de apellido Bastarrechea, porque era el único que sabía que la noche antes del crimen ella entraba a hockey a las 20.30 y salía a las 22. Es que ella se mensajeaba con él utilizando mi teléfono celular, y allí figuran los mensajes de texto donde Angélica le contaba todos los detalles de sus actividades, con horarios incluidos”. “Una vez vi a este hombre, tenía el uniforme de Prefectura y fue unos días antes del homicidio. Llevó a mi casa a Angélica en una moto”, agregó, aunque aclaró que “nunca hablé con él y el día que le avisaron a la mamá de la víctima que encontraron su cuerpo, apenas me enteré, lo llamé y le pregunté: ‘¿Vos estabas anoche con Angélica?’. Él me contestó: ‘No, ¿por qué?’ y entonces le dije: ‘La encontraron muerta’ y le hice otra pregunta: ‘¿La mamá de ella sabía que salía con vos?’, a lo que me respondió: ‘No, pero vos negá todo’”. Agregó que Angélica solía comunicarse con el hombre a través del número gratuito de esa fuerza, el 106. Luego la testigo aseguró que la joven tenía relaciones sentimentales con un vecino llamado Sergio Cardozo y con un primo de ella domiciliado en Posadas. “Ella viajó a la capital provincial para vivir unos días en la casa de mi primo, con consentimiento de la madre”, precisó.
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