MAR DEL PLATA (DyN-NA). El distanciamiento creciente entre los grandes grupos económicos y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner quedó ratificado ayer en el 50 Coloquio Anual del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), donde se cuestionó el rumbo político y económico mientras la Casa Rosada respondía golpe a golpe cada una de las críticas.El desfile de economistas y políticos de la oposición por los pasillos del hotel de Mar del Plata donde se realizó el encuentro empresarial, justo frente a la Base Naval, alteró los ánimos en la Casa Rosada, que salió a responder puntualmente las críticas.La posición planteada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, apuntó a la “falta de ideas” del cónclave empresarial, pero no pasó desapercibida la fuerte presencia de centenares de compañías de primer nivel en el encuentro.Los CEO de los principales empresas del país estuvieron en Mar del Plata, en un encuentro que tuvo récord de asistentes y donde se sucedieron las críticas hacia un Gobierno que, consideran, se acerca a “cumplir su ciclo”, y a un modelo económico que combina recesión con alza de precios.Capitanich dijo que quienes integran el instituto “no tienen ideas” y sostuvo que “ahora dicen que hay que arreglar con los fondos buitre, por qué en lugar de hacer teorías no se preocupan de identificar nuevos mercados con innovación productiva”.“Es importante explicarles a los que no tienen información para que tengan buenas ideas”, dijo Capitanich, e invitó a los empresarios que, en lugar de teorizar, “identifiquen nuevos mercados” y también apliquen innovaciones productivas, para “incrementar y expandir las exportaciones”.Las críticas que soplaban desde la “feliz” tampoco cayeron bien en el ministro Kicillof, quien intentó descalificarlo al sostener que “debería llamarse coloquio ni una idea”. “Es una reunión de los nostálgicos de los 90”, disparó el jefe del Palacio de Hacienda, que no explicó por qué el Gobierno no fue a debatir cara a cara con los empresarios: “No concurrimos al coloquio, así que me tengo que informar por los diarios y, por lo menos, por lo que informan los diarios, debería llamarse coloquio ni una idea. No se ha visto mucho cuál es el contenido”, admitió.Kicillof dijo: “No me cabe ninguna duda de que se está disputando por detrás de las cámaras y los flashes cuál es la orientación política, económica, social y regional de la argentina”.Los participantes del encuentro empresarial tampoco se quedaron atrás: el más duro fue el constitucionalista Daniel Sabsay, quien prácticamente sugirió que el Gobierno se encaminaba hacia un régimen autoritario y tuvo duras palabras hacia la Presidenta y el canciller Héctor Timerman. Incluso llegó a exigir que la mandataria haga público su título de abogada.El problema no fueron tanto las críticas de Sabsay, supuestamente dichas a título personal, sino que los cientos de participantes del encuentro empresarial lo aplaudieron de pie y durante varios minutos.Si bien Mauricio Macri decidió no asistir al encuentro, y Daniel Scioli debió aclarar su desacuerdo con las críticas en la apertura del encuentro, la oposición aprovechó el tono del foro.Sergio Massa, Ernesto Sanz, Julio Cobos y Hermes Binner aprovecharon el tono crítico del Coloquio, y no sólo participaron sino que enviaron a sus economistas de cabecera a fijar posición sobre una agenda complicada por la caída de la actividad económica.Los empresarios también mostraron su preocupación por el avance del narcotráfico y las deficiencias en la educación, dos temas que no solían ocupar el centro de la escena en estos encuentros.La sensación que dejó el encuentro fue clara: el empresariado de primera línea considera iniciada la transición política y, si bien no conforman un partido político, ya comenzaron a jugar su partido de cara a las presidenciales del 2015.NarcotráficoEl Estado argentino debe profundizar sus políticas para luchar contra el narcotráfico y reforzar sus instituciones, si no quiere terminar como Colombia y México, advirtieron ayer especialistas en el coloquio.El exjefe de la Policía Metropolitana Eugenio Burzaco advirtió que si la Argentina no combate en serio el avance del narcotráfico está “muy cerca” de caer en un escenario similar al de Colombia y México, porque “dejó de ser un país de tránsito para convertirse en otro de producción y alto consumo”.Denunció que el dinero de la droga es “lavado hasta en campañas presidenciales y a gobernador en la Argentina”.Por ello, propuso “crear una Oficina Nacional de lucha contra el crimen organizado que ponga la lupa sobre el narcotráfico, el tráfico de personas, de armas y el lavado de dinero”, mientras que otra acción que propuso Burzaco es accionar sobre los bienes económicos del narcotráfico.En tanto, el excanciller de Colombia Jaime Bermúdez afirmó que la Argentina tiene posibilidades de evitar el flagelo del narcotráfico, pero advirtió que para ello requiere “liderazgo político e instituciones fuertes”.Al disertar en el panel “Narcotráfico: de la noticia a la acción”, en el 50 Coloquio Anual de IDEA, Bermúdez alertó que “si hay ambigüedad es imposible que el Estado pueda iniciar la lucha, si no hay autoridad y un Ejecutivo con determinación real en esa dirección, no hay un Congreso que trate esas leyes, no hay jueces, no hay un sector privado que apueste a esa lucha”.Bermúdez consideró clave la cooperación internacional, ya que “si no la hay y luchamos una pelea solitaria, es realmente imposible controlar este negocio”.De su lado, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social del Episcopado argentino, monseñor Jorge Lozano, reclamó ayer una salida laboral para jóvenes adictos recuperados, tras participar en el panel sobre Narcotráfico.Lozano puso de relieve el rol de la empresa para generar fuentes de trabajo para los jóvenes que egresan de comunidades terapéuticas.“Una de las dificultades que se detectan es que son muy pocos los quieren contratar a jóvenes recuperados por sus antecedentes; los alentamos para su inserción social en una sociedad que después los sigue rechazando”, ratificó.El obispo de Gualeguaychú destacó que
hay tareas que competen exclusivamente al Estado -la persecución del delito, por ejemplo- y otras que deben ser realizadas por el Estado y la sociedad en su conjunto.La Comisión Episcopal de Pastoral Social incluye entre sus áreas de competencia a la Comisión Nacional de Drogadependencia que, desde este año, coordina el sacerdote José María Di Paola (el padre “Pepe”) y está compuesta por laicos y religiosos que están vinculados por su trabajo cotidiano a la problemática de consumo de drogas en todo el territorio argentino.El prelado opinó que la sociedad argentina atraviesa en muchos sectores y personas la falta de sentido de la vida y citó al filósofo Víctor Frankl: “Lo más profundo del hombre no es el deseo de poder, ni el deseo de placer, sino el deseo de sentido. La gran enfermedad de nuestro tiempo es la carencia de objetivos, el aburrimiento, la falta de sentido y de propósitos”, planteó Lozano. Desencuentros internosLas fuertes críticas al Gobierno terminaron dividiendo aguas entre los principales dirigentes de la institución cincuentenaria.Al menos eso surgió de las palabras de la CEO de General Motors, Isela Costantini, quien a pesar de encabezar el Coloquio buscó diferenciarse del presidente de IDEA, Miguel Blanco.Costantini, a cuya empresa el Gobierno le prestó 259 millones de pesos en el 2009 para salvarla de una crisis y mantener las fuentes de trabajo, pidió destacó el valor del diálogo y separó el “espíritu” del tradicional encuentro empresarial de “un par de frases” del discurso de apertura del titular de la entidad, Miguel Blanco, que irritaron al Gobierno.Blanco había señalado que la Argentina está “ante un intento de modificación del modelo de país establecido por la Constitución de 1853”. Para Blanco, esa reforma que a su juicio “no se quiere hacer mediante la reforma de la Constitución, sino que se procura hacer mediante la imposición de leyes que aumentan el híper presidencialismo” y “sin debate”.





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