POSADAS. La Comunidad Judía de Misiones celebra noventa años de arraigo en la provincia y los celebra con una programación variada. Anoche, se realizó una charla abierta con la participación del titular del Centro de Investigación y Difusión de la Cultura Sefaradí, Dr. Mario Eduardo Cohen, y durante la jornada de hoy se concretará una serie de actividades culturales y religiosas, además de la cena aniversario, un acontecimiento eminentemente social, que se iniciará a las 21, con invitados especiales y la actuación del humorista Roberto Moldavsky. El vicepresidente de la Comunidad Israelita de Misiones, Marcos Alfici, manifestó que el 5 de octubre de 1924 se formalizó la Comunidad Israelita de Misiones dando forma legal a la inmigración que se inició en 1900, compuesta por judíos provenientes del Imperio Otomano. “El festejo son los 90 años de la constitución de esa sociedad que conforma el judaísmo de Misiones”, dijo. Agregó que para la ocasión, recibieron la visita del Dr. Cohen, quien “enaltece nuestra celebración porque es una importante personalidad del mundo cultural judío sefardí, conocedor y estudioso, de prestigio internacional”.Anoche, después de la tradicional ceremonia religiosa del Kabalat Shabat, Cohen se refirió a “La magia de la Cultura Sefaradí”. Explicó que “Sefarad en hebreo es España. Los judíos que en 1492 fueron expulsados de España y se expandieron por el mediterráneo, son los sefarditas. Y fueron los que mantuvieron por 500 años la lengua española fuera de ese país, lo que se denomina judeo español o ladino. Es un caso único en la historia el de mantener una lengua fuera de una metrópolis, sin contacto, durante 500 años”. También se refirió a la etapa gloriosa en la que sobresalen Maimónides, Gabirol, Levi, y sobre la formación del idioma español. Comentó que en la primera época fue utilizado por los judíos en forma escrita. “La iglesia católica hablaba en latín, los árabes en árabe y a los únicos que le interesaba en ese momento -época de Alfonso X El Sabio- a empezar dejarlo por escrito al español que aún estaba en formación, era a los judíos”. Mencionó al escritor mexicano Carlos Fuentes, quien dijo que “somos lo que somos y hablamos lo que hablamos porque los judíos de la corte de Alfonso X “El Sabio” escribieron sobre literatura y la filosofía en el español en formación. Hoy el español es hablado por 500 millones de personas y es un idioma en expansión, y los judíos tienen que ver con el nacimiento por escrito de la lengua”. Al referirse a Maimónides sostuvo que “fue un gran filósofo, médico, dirigente comunitario y sus ideas en medicina psicosomática y preventiva aún permanecen vigentes. Sus cálculos fueron más exactos que los de Copérnico, 300 años después, por eso digo que los sabios judíos de la Edad Media son Patrimonio de la Humanidad”. Recordó que la gran inmigración judía se produjo en 1860 y así como italianos, alemanes, españoles, los judíos se integraron al país. “Hay una palabra muy linda que es “convivencia”. La Argentina es un ejemplo extraordinario de convivencia, no tenemos diferencias con hijos de otros inmigrantes, y Misiones es un caso especial de convivencia, mayor que el resto de la Argentina”. Otro tema que desarrolló fue el de Jorge Luis Borges y su relación con el judaísmo. “Es el escritor de América Latina que más difundió la cultura judía”, dijo, y mencionó algunos apellidos que enriquecieron a la cultura Argentina, entre ellos, Tato Bores, Lerner, Yankelevich, Adrián Suar, Romay, Aguinis, Kovadloff.Ya en MisionesLa Sociedad Israelita de Beneficencia Hijos de Sión se fundó con objetivos claros: unir y ayudar a los judíos que habitaban el Territorio de Misiones, en lo espiritual, religioso, pero también en el aspecto material para las personas enfermas, desocupadas o en situación de riesgo social. Siempre fue un sólido respaldo y actuó de fuerte contención para sus miembros. La primera comisión que lideró la institución en 1932 estuvo presidida por Marcos Mayo y Mazal. La renovación de autoridades se cumplía cada dos años en asamblea general a la que concurría un gran número de miembros. Alejandro Palombo y Nisim Behar ejercieron la titularidad a partir de 1933, en tanto que León Mazal y Levy lo hicieron entre 1933 y 1935. A ellos continuó Abraham Palombo que ejerció el cargo hasta 1939, fecha que la comunidad se transformó y se convirtió en una Sociedad de Socorros Mutuos cambiando parte de su organización.La comunidad contaba con espacios para todos sus miembros. Las mujeres trabajaban en un espacio de acción caritativa para las personas que tenían dificultades de salud o económicas organizando actividades y colectas para solucionar los inconvenientes. A su vez los jóvenes también se organizaban en lo que se llamaba la “Juventud Ysraelita”, para la lectura de textos judaicos y la integración a través de eventos sociales.Crecimiento sostenidoAtraídos por los lazos familiares y las condiciones de “adopción” que ofrecía esta tierra para los inmigrantes judíos, el número fue creciendo, tanto, que para la la década del ‘50, se organizaron en dos comunidades. Por un lado la Sefaradím (continuadora de la primera comunidad judía, provenientes en su mayoría de Oriente y norte de África) reunidos en la Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Hijos de Sión, y la de origen Ashkenazim (provenientes de Europa Oriental y Central) que se constituyeron en la Unión Israelita de Misiones. Ambas tuvieron gran actividad hasta que en la década del ‘90 deciden dejar las diferencias de lado y unirse en un mismo centro llamado Comunidad Israelita de Misiones que continúa con el trabajo de reunir a todos los judíos de la provincia, vivir la cultura judía en el día a día y brindar la asistencia espiritual continuando la misión que les dio origen hace noventa años atrás. Tradiciones Los judíos se nuclearon para mantener sus tradiciones a través de relaciones familiares y comerciales. Los primeros rezos y reuniones se celebraban en casa de Jacobo Donoso que vivía por calle Buenos Aires -entre San Martín y Bol&ia
cute;var-. Fue el impulso que necesitaron para crecer en las expectativas de brindar más servicios y beneficios a la comunidad residente en la provincia, resolvieron en consecuencia un aporte solidario de un peso como cuota, para la conformación de la Sociedad Israelita de Beneficencia Hijos de Sión, en 1924. La acción contemplaba además, la contratación de un rabino para que guíe las tareas espirituales, compra de libros y mobiliario, y las contribuciones para el desarrollo de la ciudad.Insertos y adaptados a las costumbres argentinas supieron mantener sus raíces con la fundación de una escuela hebrea y la celebración en su nueva casa de las festividades más significativas del judaísmo, el respeto de las reglas del kashrut, el mantenimiento del cementerio judío en la chacra 61 y la concreción de la gran meta: la compra, en 1935 de la sede donde funciona la Sociedad y el templo en calle San Martín, de Posadas.





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