POSADAS. El domingo M -así identificaremos a la víctima- había ido con una amiga al balneario El Brete. Al regresar a su casa cerca de las 20, advirtió que el aire acondicionado estaba prendido, pese a que ella lo había apagado antes de salir. A las 22, se presentaron dos mujeres profesionales de la Línea 137 y efectivos de la comisaría Novena. “Venimos a protegerla porque un hombre avisó a la Línea 137 que venía a este domicilio a matarla”, le indicaron. El juez Fernando Verón ordenó la detención de esa persona, el ex marido de M. La causa está caratulada como “amenaza de muerte”.La madre está junto a sus hijas -de cinco y quince años- en la casa de un familiar, que intentan contenerla, “pero está muy mal, está sin dormir, y todos estamos preocupados, no sabemos cuánto tiempo estará detenido y si lo liberan qué podrá pasar”, señalo a PRIMERA EDICIÓN la hermana de M, a quien llamaremos F. Junto a su bebé y su marido, F participó de la marcha por el Día Mundial de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres realizada el lunes en el centro de Posadas.“Yo vine a marchar por mi hermana y por mis sobrinas. Porque él está detenido en la comisaría, pero si sale dentro de quince días, ¿qué va a pasar con ellas? Él es de Rosario, no tiene a nadie acá, o sea que no tiene nada que perder”, dijo F. “Por minutos no se cruzaron”Según contó F esa tarde (el domingo 24 de noviembre) “mi hermana se fue con una amiga al balneario. Cuando volvió vio que el aire acondicionado de la casa estaba prendido y ahí se alertó. Él tiene las llaves de la casa porque se las quitó, por eso nosotros habíamos cambiado la cerradura de adelante, pero parece que ingresó por la puerta de atrás”. “Él ya no estaba en la casa, y por minutos no se cruzaron ahí o en la vereda, y me pregunto: ¿qué hubiese pasado si mi hermana llegaba a su casa diez minutos antes? Mi hermana estaría muerta”. Sobre el llamado del propio agresor a la 137, F dijo que “yo creo que el tenía la intención de ir a buscarla, pero a su vez es como que pidió auxilio, como diciendo, atájenme porque voy”.Fue sólo por esa advertencia que la Policía llegó a la casa de M antes que hubiera ocurrido un trágico femicidio, evitable, habida cuenta que el hombre tenía restricción domiciliaria.Con ello se deja demostrado una vez más lo que se viene señalando en relación a la seguridad de las mujeres que han denunciado a sus agresores: las restricciones domiciliarias no se cumplen adecuadamente.Temor e incertidumbreHace un año que M había decidido separarse de su marido y padre de su hija de cinco años. Cada vez que el hombre iba a buscar a la niña a la casa de M, iba borracho y la golpeaba. Fue por eso que hace un mes ella pidió la restricción domiciliaria y que la niña fuera retirada de otro domicilio -de la madre de M- para evitar que vuelva a ser golpeada. Desde entonces, el hombre no fue más a buscar a su hija y dejó de depositar el dinero correspondiente a alimentos.“Él es un hombre muy manipulador, que domina fácilmente. Perdió su trabajo hace unos meses y para él, la culpa es de mi hermana, siendo que hace tiempo que se separaron”, dijo F.“Hoy está detenido pero no creo que vaya a cambiar su actitud hacia mi hermana por eso, alguien tiene que asegurarse de que reciba un tratamiento, porque él necesita ayuda. A Dios le pido y al juez Verón que actúen, para brindar seguridad a mi hermana”, dijo F en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.La violencia se aprende ¿Porqué un hombre hace de la diferencia biológica, es decir, de las diferencias que hay entre el cuerpo masculino y femenino, la justificación de una dominación del hombre sobre la mujer? ¿Cómo es que un hombre entiende a la mujer como un objeto de su propiedad? Cientos de libros hay escritos sobre eso. Y miles de veces se ha escrito en libros, carteles, muros de Facebook y paredes, que nada puede justificar que un hombre mate a una mujer, es decir, que por entender que “es suya” tiene el derecho de decidir incluso sobre si sigue viva o si morirá. El problema no es sólo de la víctima, sino de toda la sociedad. Plan nacional Con motivo de conmemorarse el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA enumeró los avances para enfrentar la problemática y la necesidad de disponer de un plan nacional contra la violencia de género, de mayor presupuesto para la temática, de un sistema de acompañantes para quienes quieren denunciar como prevé la nueva ley y de dispositivos para situaciones de emergencia. “No alcanza sólo con hablar de refugios. Hoy vemos varones extremadamente violentos, dispuestos a todo. La decisión de las mujeres de cortar la relación, en otros momentos parecía un paso trascendente para el fin de la violencia, en cambio las cifras de femicidios muestran que casi el 30% es perpetrado por la ex pareja”, alertó Díaz.En la Argentina, en los últimos cinco años, murió una mujer cada 35 horas, asesinada por su pareja, ex pareja, hermano. La violencia contra las mujeres es la principal causa de invalidez y muerte en el país. Más que los accidentes de tránsito, más que el cáncer. ¿Cómo se cambia esa realidad? No es sencillo, pero la problemática va cobrando mayor visibilidad, con la lucha de mujeres involucradas, mujeres que sufrieron violencia, madres que lloran a sus hijas muertas y cuidan a sus nietos huérfanos. Y una mayor y efectiva -aunque aún insuficiente- protección de la víctima por parte del Estado y la sociedad civil.




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