POSADAS. Bajo un cielo posadeño cubierto de estrellas se vivió la tercera luna del 44° Festival Nacional de la Música del Litoral y Sexta del Mercosur junto a maravillosos artistas locales, como Los Nuñez, Los Vecinos, Joselo Schuap y Moni Encina y grandes figuras invitadas, tal el caso de Los Hijos de los Barrios, Hugo Varela y Pedro Aznar.Con el caer de la tarde sobre el horizonte, el ballet Agitando Pañuelos inició la jornada para dar paso al nuevo valor Cherno Cáceres, al Conjunto Pura Sangre, Karoso Zueta y Nerina, y Los Hermanos Britez. Ya cerca de las 22 fue el turno de Los Hermanos Nuñez que, tras varias palmas y algunos sapucay desde las gradas, compartieron el escenario con el Ballet Oficial, ofreciendo un chotis y despertando aún más la alegría de la gente, así como lo hacen desde hace tres décadas; mientras obras plásticas de artistas misioneros proyectadas en las pantallas led del imponente escenario acompañaban la presentación. Joselo Schuap, por su parte, subió al escenario junto al Ballet Municipal, para comenzar su repertorio homenajeando a Paraguay, invocando a la memoria una historia de triple infamia condenada por el presente de integración que nos une.Luego tuvo lugar un chamamé gaucho para el deleite “de cuatro banderas” reivindicando la hermandad del Mercosur “menos en el fútbol con Brasil” y continuó la simpatía e impronta del trovador misionero. El momento esperado, Pedro Aznar en el escenarioLa leyenda del rock nacional Pedro Aznar conquistó a un público ávido del folklore y compartió el escenario con Ramón Ayala y un coro de jóvenes. “Cosechero” fue la canción elegida por el inédito dúo y la melodía de las voces afinadas complementaron una versión que hizo prolongar la ovación del público cuando terminó.Hugo Varela logró establecer una relación de empatía con los espectadores, a partir de ocurrencias, su ingenio y desfachatez y se despidió con las carcajadas de los posadeños, que con gradas colmadas hasta el final testimoniaron el retorno de la mística festivalera, para dar paso a Moni Encina que, carismático y enérgico como siempre, fue presentado por un video testimonial. Siguieron los clásicos temas que mucho hablan de la picardía inocente “de Samaniego” (de todo misionero, en general) y que artísticamente media diversión incontenible; esta vez en un marco majestuoso como lo son las luces encarnacenas y de la luna sobre el río Paraná que se irradió más con los fuegos artificiales.Más tarde, cerca de las 3, cuando las palmas ya no se mezquinaban y se atrevían a algunos “pasitos” en las gradas, Los Vecinos, con más clásicos, hicieron cantar al público de pie.La velada concluyó con los acordes de “Los Hijos de los Barrios” y con la promesa de una noche de cierre para no perderse.





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