POSADAS. Pareciera que el senador misionero Salvador Cabral Arrechea se acordó de repente de la inflación y de la actuación del secretario Guillermo Moreno que está en el gobierno hace 10 años. Esta semana salió a criticar a los dos operadores de la economía del gobierno nacional, que son Moreno y el viceministro de Economía, Axel Kicillof; por no controlar la suba de precios que aflige a los trabajadores hace unos cuantos años. Pero más allá de la reacción del legislador – ordenada seguramente por sus jefes políticos -, se confirma la tendencia política del Frente Renovador de tomar cada vez más distancia del Gobierno kirchnerista y mostrar públicamente sus divergencias. Tal como lo planteó en la misma mesa donde Closs tomó partida contraria, el presidente del partido oficialista el pasado 27 de octubre cuando ensayó una serie de críticas a la Nación por su trato hacia la provincia de Misiones.Curiosa postura de Closs porque en junio, con la caída de miles de votos, el gobernador acusó a la Nación (puntualmente al ministro Yauhar) de demorar pagos del FET como excusa por los resultados de la elección provincial en municipios netamente tabacaleros.“Yo dije de Moreno que es un incapaz. Cerramos una planta en Eldorado por 6 meses, estamos peleados con Brasil. Está (Moreno) destruyendo todo lo que hicimos en el país. Trata y destrata a los gobernadores como si a él lo hubiesen elegido, cree que es un virrey o un caudillo en tiempos donde no debe haber más”, dijo el senador Cabral Arrechea en diálogo con radio República y pidió “pararle el carro a este hombre”.Por último manifestó: “Es un desastre lo que está haciendo Moreno con el comercio interior y el exterior. Moreno no pudo con la inflación y ahora quiere destruir el Mercosur. No es ni siquiera un pre peronista, es un kioskero”.Sin embargo, el gobierno de Misiones practica un doble juego cuando el gobernador Closs elogia y defiende otras decisiones de la política nacional, como por ejemplo los planes de obras, los planes de asistencia social y el incentivo al consumo.Posición a convenienciaNo solo Cabral Arrechea arremetió contra los gurues económicos oficialistas en el gobierno, sino que el mismo Closs lo había hecho unos días antes, cuando acusó a Moreno de “controlar mucho los precios y desincentivar la producción” de yerba, que “debería valer mucho más”, aseguró.Además, en una entrevista con un medio porteño, pidió al Gobierno Nacional que se reconozca la “inflación real, que es la del supermercado, contra la cual pelean todos los días los trabajadores”. “La inflación es un dato real de la economía. Si desde hace tres o cuatro años las pautas para los aumentos salariales son del 25% por lo menos, y la inflación fuera apenas del 10%, la gente tendría que andar con los bolsillos llenos de plata. Y no es así”, afirmó Closs.Por otra parte, el jueves el gobernador estuvo en Buenos Aires donde pidió dos cosas a la Nación: nuevas obras fronterizas con Paraguay (puesto de frontera, puentes en Candelaria y Eldorado, ferrocarril, etc.) al ministro del Interior Florencio Randazzo y al canciller Timerman; y pidió al ministro de Agricultura que se adelanten “lo más posible” los fondos de Caja Verde del FET, que se anunciaron para el 16 de diciembre.Algunos pueden entender que los ataques contra Moreno son ataques directos al kirchnerismo, pero el clossismo se encarga de dejar en claro que sólo critica las decisiones económicas del gobierno nacional, aunque se sabe que son ordenadas y autorizadas por la propia CFK.Otros dirán ¿es una jugada política de la Renovación? Apartarse ahora que el kirchnerismo está en su peor momento y puede dejar el gobierno en 2015. O acaso ¿Recién descubrieron que la inflación se come el 25% del sueldo de los trabajadores todos los años?El que se anticipó y ahora factura el crédito político fue Carlos Rovira, quien desde hace tiempo toma distancia del kirchnerismo y por lo bajo marca diferencias políticas cada vez más contundentes. La actitud de Cabral Arrechea muy probablemente haya sido consensuada con Rovira.El presidente de la Legislatura, el 27 de octubre criticó que el presupuesto nacional 2014 es “muy mezquino con los misioneros” y dijo que “no estamos para nada cómodos al ver el crecimientos de otras provincias de la región en detrimento de la nuestra”. Y recordó que el año próximo, Misiones tendrá la menor participación presupuestaria en obras de todos los últimos años.Hasta el senador ultra K (no es renovador), Juan Manuel Irrazábal, quien nunca se apartó del kirchnerismo, en los últimos meses se hizo ver distante. En el tratamiento del presupuesto nacional votó en contra argumentando que Misiones era merecedora de más recursos. Pocos creen que la postura de Irrazábal fue por los recursos, teniendo en cuenta que muchas veces votó a favor del centralismo.La idea que circula en el mundo político es que Misiones se despega lentamente del kirchnerismo, como ya lo hicieron otras como Córdoba, Santa Fe, Chubut y ¿Buenos Aires?





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