Posadas. El lunes comienza el entrenamiento de “obediencia” con tres de los once perros que fueron adquiridos para lazarillos por el primer Centro de Adiestramiento del país habilitado en la Brigada de Canes de esta ciudad. En total son siete labradores y cuatro golden retriever que fueron especialmente seleccionados en criaderos de Buenos Aires y Córdoba, explicó el comisario y jefe de la Brigada de Canes de la Policía, Rudy Joner, quien el año pasado fue a capacitarse especialmente a la República Oriental del Uruguay para concretar este proyecto. Una vez que los animales superan la etapa de “adaptación”, durante los primeros meses, cuando los entrenadores ya “los van preparando”, pasan a la de “obediencia”, que es cuando comienzan los preparativos para la función de lazarillos o guías de personas ciegas. En la Brigada de Canes ya concluyeron las obras para lo que será el “circuito de entrenamiento”, explicó Joner, quien adelantó que el lunes además se inicia una charla con el personal que estará a cargo de cada uno de los perros en el Centro de Rehabilitación del Ciego Santa Rosa de Lima. Mientras que el martes habrá una jornada de práctica con “ojos vendados” en la avenida costanera. Una de las cuestiones que el comisario subrayó es que si bien los once animales serán preparados de la misma manera para la función de guía de las personas ciegas, quizás no todos logren superar las pruebas, pues no debe haber ningún margen de error. El tiempo de este entrenamiento se calcula en 24 meses, los cuatro últimos se realiza con la persona a la que será asignado, ya que el ciego también deberá acostumbrarse, pues tendrá que abandonar su bastón para empezar a “confiar” en su lazarillo. Estos perros guías trabajan las 24 horas y una de las cuestiones “muy importantes”, dijo el comisario, es que la sociedad también tiene que acostumbrarse a su función, ya que el animal estará en los colectivos, cruzará una senda peatonal o ingresará a las entidades bancarias. “Los primeros meses se hará el entrenamiento dentro de la Brigada para que reconozca la senda peatonal para cruzar la calle, sortear obstáculos, la última parte será acostumbrarlos a subir al colectivo, escaleras mecánicas, ascensores, una serie de pautas que se logran con el tiempo”, detalló el jefe de la Brigada de Canes.Una vez que el perro está listo y supera todas las pruebas se comienza un mes de adaptación con el futuro dueño en el Centro de Adiestramiento, después en su ámbito familiar. Un equipo interdisciplinario trabajará en conjunto, trabajadores sociales y psicólogos, además de los entrenadores para realizar el seguimiento sobre la adaptación que se hará dos años una vez asignado un lazarillo a una persona. Después de este tiempo, el perro será entregado definitivamente a la persona asignada.





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