POSADAS. La bajada de bandera a 8,50 pesos y la ficha a 0,70 peso por cada cien metros recorridos, son los valores que el sector de los propietarios reclama como tarifa para los automóviles de alquiler. Representa algo más del 30% de la actual que es de 6,50 pesos y 0,50 peso, según el pedido formal de éstos que se comenzó a analizar ayer en el Concejo Deliberante local.Aunque no existe coincidencia con la petición similar de los peones de taxis y las subas que estarían dispuestos a aceptar los ediles oficialistas, que brindaron visiones diferentes de cuál debería ser ese incremento tarifario. En declaraciones a la prensa previas al encuentro que se realizó ayer, al menos dos de ellos brindaron estimaciones disímiles.Reunión de ComisiónEl tema fue considerado en una reunión ampliada de la Comisión de Transporte y Tránsito, que preside el renovador Mario Fabián Florentín, y que se cumplió en horas de la mañana, a puertas cerradas, sin presencia periodística -a los que se permitió sólo permanecer en el lugar hasta pocos minutos antes de su inicio-, en el salón de usos múltiples “Floriano Mandové Pedrozo” de la vieja casona de Bolívar y Rivadavia. A ella asistieron los miembros de ese grupo deliberativo de trabajo y representantes de los variados sectores en que se han organizado gremialmente propietarios y peones de taxis.Si bien no hubo acuerdo -ni siquiera en la necesidad de convocar a una audiencia pública para abordar el tema con los usuarios, planteado por el opositor Rolando Rubleski-, se estimó que, soslayando ese paso, podrían alcanzarse algunas coincidencias hacia mediados de mayo. Hacía esa época se elaboraría el dictamen de ordenanza para que el plenario deliberativo valide este “tarifazo”.En ese sentido y previo a la reunión, hubo apreciaciones distintas en torno a cuánto estaría dispuesto el Concejo a permitirlo. Para el renovador Carlos Alberto Báez, esa cifra debería rondar el 20% ($7,80 y $0,60, bajada y ficha) que es el límite que, señaló a la prensa, él estaría dispuesto a convalidar. Su par José Raúl Moglia, en tanto, fue más generoso y elevó ese tope al 25% ($ 8,10 y $0,65).En ambos casos, los estimados son superiores a los trascendidos en días previos, en que fuentes del oficialismo habían estimado al aumento entre 10 y 15% ($7,20 y $0,60). Claro que, como explicó Báez minutos antes de la reunión de ayer, la diferencia entre el sector patronal y el laboral radica en que si el mayor peso del aumento a la bajada de bandera se beneficia a los taxis que trabajan en el centro de la ciudad, con viajes cortos; y, al revés, si se incrementa más la ficha, se favorece a quienes trabajan en los barrios, ya que los viajes serán más largos. “Aunque en este último, hay que tener en cuenta que el reciente aumento del boleto de los ómnibus urbanos fue más perjudicial para los barrios”, advirtió Báez. Éste, a su vez, señaló también que hay otros temas que deberán discutirse sobre los taxis y que van más allá de lo tarifario y que siguen pendientes.





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