POSADAS. La inseguridad recrudece y cala hondo no sólo en la capital de Misiones, sino en los puntos más recónditos de la provincia. Incluso, en aquellos sectores de Posadas que, años atrás, parecían inexpugnables al accionar criminal.Sin embargo, todo cambió y la sensación de que “nadie está a salvo” parece haberse convertido en realidad.Y la situación se extrema y agrava para aquellos que están en situación de calle, sin importar edades, en un contexto de vulnerabilidad casi absoluto y expuestos a los peligros y depravados de la noche. La denuncia fue formulada en la fiscalía de Instrucción 1 de Posadas, hace cinco o seis días aproximadamente, y es para caerse de espanto.Un chico de quince años fue violado por dos “trapitos”, degenerados de 23 y 35 años respectivamente, en la parte baja del Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, a metros de la avenida costanera de Posadas.El luctuoso episodio habría ocurrido en presencia de un niño de nueve años, que ahora se investiga si también era abusado sexualmente.Lamentablemente, en el caso del adolescente, el informe médico confirmó la existencia de acceso carnal.En cuanto al nene de nueve años, trascendió que ayer iba a ser examinado por especialistas del cuerpo médico forense.La denuncia fue radicada la semana pasada, presumiblemente el jueves, y pese a la intervención de la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, el expediente recién se movió ayer.El juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, ordenó la detención de los dos hombres señalados como presuntos autores de semejante barbaridad. Se trata de dos hombres que habitualmente deambulan en la zona del Parque Paraguayo, cuidando y hasta lavando autos.Se supo que los investigadores cuentan con el alias y el apellido de ambos. La orden de detención se libró a la Comisaría de la Mujer, dependiente de la Unidad Regional I. Los uniformados trabajaban ayer en la localización y arresto de ambos sospechosos.En la jornada de ayer, la Justicia recepcionó la declaración testimonial del chico de 15 años a través de la Cámara Gesell.Allí habría ratificado los pormenores de lo que sucedió hace unos diez días en la parte baja del Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez.Aparentemente, allí hay un sector, un recoveco, un rincón escondido en el que aquellos que se encuentran en situación de calle suelen reunirse. Allí habría sucedido el abuso sexual.La perversión de los atacantes llegó al extremo de que lo habrían hecho en presencia de un niño de 9 años que, al parecer, también es víctima de esta historia de terror.Como reza un adagio popular, “basta que una desgracia acontezca para que hasta los más egoístas pontifiquen”. Puede ser, pero a la vez pareciera necesaria una desgracia para que las autoridades reaccionen. La problemática de los niños de la calle requiere una mirada profunda, desde una perspectiva multidisciplinaria porque sus causas y consecuencias provienen de los más variados factores: sociales, económicos, políticos y culturales.Y en otro parágrafo, sería bueno que la Policía salga a las calles, con lluvia o sol, con calor o frío, en patrulleros o a pie, por tierra o aire para que las arterias que componen Posadas y el interior de la provincia muestren mayor presencia de uniformados. Porque el delito y la impunidad crecen allí donde antes todos se creían a salvo. Y si la inseguridad reina dentro de las cuatro avenidas, qué se puede esperar en la periferia. Arrestan a joven acusado de violar a la sobrina de 7 años Un joven de 22 años fue detenido en la localidad de Puerto Libertad, acusado de violar a su sobrina de siete. Fuentes del caso indicaron que, producto de las violaciones, contagió una enfermedad de transmisión sexual a la pequeña.Hasta los mismos investigadores policiales se mostraron conmovidos por esta historia. Lamentablemente, el informe médico confirmó el acceso y reveló que el estado de salud general de la pequeña era endeble.“La revisación por vía vaginal no se pudo hacer debido al estado de los órganos íntimos de la pequeña, que al parecer sufre una enfermedad venérea producto del abuso”, indicó la misma especie.La denuncia fue radicada por la madre de la nena, hermana del detenido, que por cuestiones laborales debió partir a Comandante Andresito.Dejó a su hija al cuidado de sus padres, en Puerto Libertad, con los que vivía el acusado. La primera ocasión de abuso habría ocurrido hace un año. La segunda, un mes atrás, indicó la misma fuente consultada.





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