“En Misiones no estamos acostumbrados a ver crímenes de estas características, alevosos y de un ensañamiento animal, pero del lado paraguayo suceden seguido. Es más, en muchas oportunidades aparecieron cuerpos masacrados de este lado del Paraná”, consignó uno de los hombres asignados a la investigación.El detective dejó deslizar de esta manera la probable intervención de sicarios del vecino país, sobre todo por la crueldad con que actuaron para matar al remisero Miguel Ángel Rojas.Los investigadores no descartan, por el momento, ninguna posibilidad, pero la verdad es que se inclinan más hacia la teoría de un ajuste de cuentas vinculado al oscuro mundo de los delitos de frontera.La Policía indagaba ayer en el informe de los últimos contactos telefónicos mantenidos por Rojas antes de morir.Varias personas que se contactaron con él fueron citadas a declarar en calidad de testigos, pero ninguna fue detenida.En esta línea existe optimismo de hallar a los autores materiales; e ideológicos, si los hay.





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