Hasta el momento, Argentina no reportó casos confirmados ni circulación de la variante K de la gripe H3N2, la realidad es que con la pandemia tan cerca en el tiempo, esta realidad preocupa. Reino Unido encabeza la lista de países europeos, asiáticos y de América del Norte, donde más casos se registran. Si bien es una enfermedad sin mayor gravedad clínica, es de alta virulencia, lo que podría poner a prueba a los países con poca vacunación y a su sistema de salud.
Y si bien desde la cartera sanitaria nacional no se manifestaron oficialmente al respecto, el Ministerio de Salud de Córdoba y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) conformaron un comité de expertos para anticipar escenarios, dada la posibilidad de coincidencia entre brotes de dengue y enfermedades respiratorias, reforzar la vacunación y tener un plan de contingencia por las dudas, teniendo en cuenta que son muchos los argentinos que viajan a Europa.
El ministro de Salud cordobés, Ricardo Pieckenstainer detalló a La Voz que el comité propuso aumentar la cobertura contra el virus sincicial respiratorio en embarazadas, impulsar la vacunación contra el Covid apenas lleguen las nuevas dosis para el año próximo y gestionar la llegada anticipada de vacunas antigripales para la temporada 2026. Además, el plan de trabajo, organizado en seis ejes, incluye una campaña de concientización dirigida a reforzar las inmunizaciones y apoyar la finalización de esquemas de vacunación. “El asesoramiento de los expertos permite anticipar y ejecutar planes efectivos”, señaló el funcionario.
Desde la Dirección de Epidemiología de Mendoza, Andrea Flaschi confirmó: “No existe evidencia de mayor gravedad ni riesgo aumentado para Argentina o Mendoza en la actualidad”. En un comunicado del Ministerio de Salud de esa provincia se informó que en Argentina no se han registrado casos ni circulación del subclado K de la gripe A(H3N2). Aun así, la vigilancia epidemiológica se encuentra reforzada y articulada con organismos nacionales e internacionales e instó a la población a mantener el calendario de vacunación contra influenza, COVID-19 y virus sincicial respiratorio, especialmente en adultos mayores, personas con factores de riesgo, embarazadas, niños pequeños y personal de salud, además de sostener medidas de prevención como el lavado frecuente de manos y la ventilación de ambientes.
Fácil explicación: la vacunación como clave para prevenir contagios y casos graves
Por qué atender a este tema en Argentina puede tener algún sentido y hasta qué punto les servirá la vacuna antigripal de la campaña nacional 2025 a quienes vayan a viajar al viejo continente este verano.
Quienes tengan algún recuerdo de la pandemia de Covid o SARS-CoV-2, quizás tengan presente que la diferencia crucial entre una persona vacunada y una que no lo está es la carga viral que se termina acumulando en el cuerpo, mientras se transita la infección.
En una persona no vacunada, el virus posiblemente logre infectar más células de la persona, lo que, además de causarle síntomas más “marcados” (para decirlo amablemente) y dejarlo en cama más días (en lugar del recorrido leve que podría hacer una persona vacunada), le permitirá (o exigirá, según cómo se lo mire) al virus hacer más fotocopias de sí mismo para infectar más células. Los virus no son seres vivos, pero esa es la única razón de su existencia: replicarse.
Al hacerse tantas copias de un genoma compuesto por montones de letras, las chances de que se produzcan errores de “re-tipeo” o fotocopiado (para graficar el asunto lo más posible) son mayores. Esos errores pueden descartarse en futuras copias del virus o, en cambio, persistir. Si le funcionan al virus para seguir multiplicándose, se instalan como tales. Y cuando eso ocurre, si las diferencias con la versión anterior son sustanciales, uno (más bien, los expertos) empieza a hablar de “mutación”, que por supuesto puede ser más o menos agresiva; o más o menos contagiosa.
El virólogo Jorge Quarleri (doctor en Bioquímica e investigador Principal del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida, o INBIRS), recordó que “la mayor transmisibilidad de esta influenza debe enmarcarse en el contexto de ingreso al invierno en el hemisferio norte, lo que propicia el hacinamiento y la falta de ventilación de los ambientes cerrados, que son en sí mismos condiciones muy propicias para la transmisión de virus respiratorios, en general”.
“En cuanto a este virus, según los primeros reportes, experimentó variaciones en su ‘hemaglutinina’. Es el concepto condensado en la ‘H’ de su nombre de subtipo, siempre dentro del virus influenza del género ‘A’. Esa aparición de mutaciones en la ‘H’ es esperable porque está asociada a su replicación dentro de la célula que infecta, pero en esta variante de H3N2 en particular, clasificada filogenéticamente dentro de lo que se llama ‘clado’ (definido como ‘K’), se habrían acumulado un número mayor de mutaciones o cambios en la ‘H’, lo que le permite burlar la respuesta inmune con mayor facilidad”, explicó.
Suena difícil, pero es simple: una de las partes del virus, la que se relaciona a la menor o mayor facilidad del virus para seguir activo a pesar de la batalla de nuestro sistema inmune, sufrió más mutaciones que lo usual y, se ve, quedó fortalecido. “Son al menos siete mutaciones”, señaló.
Como nos burla más fácilmente, menos personas logran zafar de la infección y la transmisibilidad se vuelve mayor.

Riesgos para la Argentina y el desafío a futuro
El principal riesgo para Argentina reside en la posible presión sobre el sistema de salud si la variante ingresa y encuentra brechas de inmunidad, sobre todo en adultos mayores, niños, embarazadas, inmunodeprimidos y personas con enfermedades crónicas. La capacidad del subtipo H3N2 para mutar rápidamente podría incrementar la transmisión y reducir la efectividad inmunológica.
De acuerdo con la AAMR y la OPS, “mantener alta la cobertura de vacunación” en los grupos de riesgo resulta esencial, ya que los datos disponibles muestran que la protección frente a hospitalizaciones por H3N2 permanece en niveles adecuados.
Expertos, como Elena Obieta de la Sociedad Argentina de Infectología, advierten sobre la importancia de la inmunización anual: “No importa si tenés cinco vacunas para gripe: si la última fue en 2022, no alcanza”.
Medidas de prevención y recomendaciones
Las autoridades recuerdan la importancia de la vacunación antigripal, contra COVID-19 y virus sincicial respiratorio, reforzando la protección de los más vulnerables. Se recomienda también mantener hábitos preventivos cotidianos: lavado constante de manos, ventilación de ambientes y uso de barbijo en caso de síntomas.
Frente a síntomas como fiebre, tos o malestar, es fundamental evitar actividades laborales o escolares y buscar atención médica. Para quienes viajen o regresen de países con circulación activa de H3N2, completar los esquemas de vacunación y estar atentos a signos como fiebre alta, tos seca, dolor de garganta o dificultad para respirar es clave.
La vigilancia epidemiológica activa y la vacunación oportuna serán decisivas para que Argentina pueda anticipar y mitigar el impacto potencial del brote de gripe H3N2 variante K. Las experiencias de Europa y América del Norte indican que, aun sin mayor gravedad clínica, la combinación de alta contagiosidad y menor inmunidad puede poner a prueba la capacidad hospitalaria.
La preparación temprana y la cooperación internacional son fundamentales para reducir la carga de la enfermedad y proteger a las poblaciones de mayor riesgo.
Fuente: La Voz, Infobae, Clarín y OPS.







