El Mercado Central de Misiones se encuentra en un punto de inflexión. Tras dos años al frente del organismo, su presidente, Fernando Toledo, trazó un balance altamente positivo y aseguró que el espacio atraviesa “un muy buen momento” que se traduce en mayor movimiento y alivio directo para la economía familiar.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Toledo subrayó que el Mercado rara vez cierra sus puertas. Gracias a la posibilidad de que el consumidor final compre por unidad o por kilo, se ha intensificado el movimiento, facilitando las compras comunitarias y el acceso a precios diferenciados, algo que es vital “en un momento de crisis”.
El principal logro que destacó el funcionario es el cumplimiento de la directiva de ordenar y mejorar la imagen del Mercado, abriéndolo a las familias misioneras. “El orden y la seguridad eran el primer objetivo. Lo logramos”, sentenció.
La transformación fue profunda. Toledo recordó que el predio arrastraba serios conflictos gremiales y enfrentamientos entre estibadores y operadores. “Eso es pasado. Hoy es un lugar muy seguro”, sostuvo, y añadió que “se terminaron los aprietes”. Esta convivencia pacífica fue posible gracias a una mesa de trabajo constante con el Ministerio de Trabajo y la instalación de una unidad operativa policial conectada al 911, que transformó la seguridad interna y de los alrededores. La postal que mejor ilustra este cambio, según el presidente, es “v er entrar a una abuela con su nieta a las 7 de la mañana tranquilamente”.
El Mercado, que Toledo describe como un “ecosistema amplio” con 77 empleados y 320 estibadores, no solo ganó en paz laboral, sino también en productividad y atractivo inversor.
El número de productores misioneros creció notablemente, pasando de 17 a 47 en dos años, lo que permitió que haya “mucha más presencia misionera en hojas verdes”, desplazando gradualmente productos de otras provincias. Este crecimiento se complementa con el interés del sector privado, cuya inversión ya supera los 2 millones de dólares, evidenciada en proyectos como la estación de servicio de gas que generó más de 40 puestos de trabajo. Incluso, se logró una paritaria histórica cercana al 36% para los estibadores.
Además, se mantuvo una “mirada social” constante. El Programa de Recupero se convirtió en “un antes y un después” para 28 comedores de la zona, que ahora seleccionan frutas y verduras en buen estado del movimiento diario. Este clima solidario escaló, ya que los operadores ahora donan incluso verduras que estaban para la venta e incorporaron carne, gracias al apoyo de un empresario colaborador.
Con el ingreso de alrededor de 800 vehículos diarios en días pico, el Mercado garantiza el acceso a la canasta básica.
Mirando hacia el futuro, Toledo remarcó que la generación de empleo es el objetivo más importante para el 2026. En ese sentido, reveló conversaciones avanzadas con dos empresas grandes, una de ellas especializada en frutas con carozo, que evalúan instalar un pabellón de distribución en todo el NEA desde Misiones, un proyecto que “generará mucho trabajo”.




