La crisis yerbatera se profundizó desde la publicación del decreto presidencial 70/2023, que inició un proceso de desregulación progresiva del mercado. La pérdida de facultades del INYM dejó al sector sin herramientas para fijar precio, controlar calidad ni ordenar la cosecha. Hoy, miles de familias productoras venden su materia prima a valores irrisorios, endeudadas y compitiendo de manera desigual con la yerba mate importada y las grandes industrias correntinas.
Para los pequeños productores yerbateros de Misiones no hay dudas de que este año “fue el peor” y vaticinan un 2026 que se puede profundizar aún más y fundir a muchos de ellos.
En comunicación con la FM 89.3, Jonás Petterson, productor yerbatero de Andresito y exdirector por la Producción en el Instituto Nacional de la Yerba Mate, hizo un balance de lo que sucedió este 2025 y lo que puede pasar el año entrante si no hay una intervención en el sector.
“De los últimos años este es el peor. Y no sé si va a ser el peor dentro de los que vienen todavía”, apuntó y recordó que en 2024, pese a las dificultades, “los productores todavía teníamos algún restito de lo que fuimos ahorrando y levantamos la cosecha”.
Pero, “este año ya prácticamente los productores quedamos sin resto. El que tiene, tiene cheques para cobrar a largo plazo todavía y en la perspectiva de precio es muy difícil. Entonces el balance de este año, la verdad que es negativo total y muy difícil”, analizó.
En este marco, el productor recordó que la última medida desregulatoria de Nación, vació por completo el INYM y “le quitó totalmente la potestad del Instituto de fijar precio, de controlar la calidad de la yerba mate importada, eliminó los calendarios de cosecha. Entonces, la verdad que cada vez hay menos herramientas para defender al productor y es cada vez más difícil nuestra situación”, expuso.
Sobre los valores de mercado, explicó que “hoy los precios que hay en oferta en el mercado no nos animan muchísimo. Muchos de los productores, en esta época en que hay que empezar a limpiar los yerbales, invertir en mejora, lo dejamos de hacer porque decimos: ‘Esa es una plata que no la vamos a recuperar’”.
La “grieta” en el sector yerbatero
El exdirector del INYM coincidió en que el sector productor está dividido, recordando que muchos votaron al actual presidente Javier Milei, quien había prometido desregulación y libre mercado para las economías regionales. “Sin duda hay una división importante dentro del sector productivo y la gran división la generó la política. Más allá de la política, nosotros tenemos que tener en cuenta que son acciones políticas que nos afectan y nos hacen daño. A partir de ahí tomar una decisión de cómo seguir. La acción política que nos afecta es la liberación del mercado yerbatero”, advirtió.
Sobre algunos productores que apoyaron al actual modelo político, dijo que “muchos no saben o no quieren apartar esas cuestiones políticas. No quieren atacar un sistema político que votaron o que defendieron y terminamos debatiendo cuestiones políticas y no atacamos el problema que realmente nos afecta”, reiteró.

Un Instituto provincial no tiene peso contra la industria correntina
Consultado sobre la posibilidad de que Misiones concrete el Instituto Provincial de la Yerba Mate fue contundente: “Es muy difícil que la provincia logre fijar el precio. Lo que puede hacer la provincia es ayudarnos a volver a reconstruir lo que era el Instituto Nacional. No creo que una herramienta provincial pueda tener el peso que tenía el INYM y que le faltaba tener todavía”, dijo.
Petterson se explayó y expuso que “Corrientes es el comprador. Son industrias correntinas, grandes compradoras. Van a decir: ‘Mire, ustedes hagan la ley que quieran, pero nosotros somos correntinos, no tengo nada que ver con la ley de ustedes’”, ejemplificó.
“Corrientes tiene muy pocos productores y son muy industriales. Hay poquísimos productores que manejan mucha hectárea. La gran mayoría son chiquititos, pero no representan ni el 5% de la cantidad de hectáreas. Nosotros somos más de 12.000 productores. La diferencia es enorme. Cuando no ganan con el producto, ganan con la industria. Siempre tienen la de ganar”, sumó.
“El panorama a futuro es terrible”
Finalmente, advirtió sobre un posible retroceso social y productivo: “En los años de vigencia del INYM, y las mejoras que se dieron, también se mejoraron mucho las condiciones laborales y la mecanización. Si esto sigue así, lo que veo es que van a ir empeorando con el tiempo. Ojalá que no lleguemos a la situación que estuvimos en los 90”, alertó.
“El panorama a futuro es terrible. Y por ahora no hay mejorías en el corto plazo”, adicionó.
En este tramo final, expuso que la zafriña solo arrancó para productores con cosecha mecanizada, pero en general los que peor la están pasando son los tareferos. “Nuestros peones están pasando una situación muy difícil. Muchos de los jóvenes, solteros o incluso con familia se van a Brasil porque tienen hoy una oportunidad. Nosotros no tenemos para darle trabajo a los trabajadores acá”, cerró.












