Un empleado provincial de 35 años fue detenido durante las últimas horas por efectivos de la comisaría Decimosexta de la Unidad Regional I denunciado por su expareja por amenazas, golpizas, reiterado acoso y hostigamiento.
El procedimiento de aprehensión fue solicitado el jueves por la tarde en una vivienda de la calle Berón de Astrada de esta capital. Fue ordenado por el juez de Instrucción 2, Juan Manuel Monte en respuesta a la denuncia presentada por la víctima el martes 25 de noviembre.
En la secretaría de Violencia de Género y Abusos Sexuales del juzgado se tramita el expediente en el que la denunciante ya habría ratificado las situaciones de peligro a las que su expareja, Bruno Zapelli, la expuso.
El posadeño detenido ocupa un puesto de labores en el Parque del Conocimiento y fue apuntado por golpear, perseguir y amenazar reiteradamente de muerte a la víctima, oriunda de Concepción de la Sierra.
Durante la mañana de ayer fue llevado hasta el juzgado de calle Santa Fe para notificarse de imputación provisoria en su contra y quedó habilitado para presentar un abogado particular que apadrine sus derechos o aguardar que se le designe un defensor oficial y ser llevado a indagatoria cuando lo defina el juez previo análisis del sumario de actuaciones.
De acuerdo a fuentes consultadas, la violencia comenzó en 2020 cuando iniciaron la relación. En 2022 la mujer le pide el final y alejamiento porque los episodios de amenazas y golpes aumentaron, lo denunció y solicitó la exclusión de la vivienda que compartían.
El Juzgado de Violencia Familia 1, encabezado por Alfredo Olmo Herrera dispuso la restricción de acercamiento y cualquier tipo de contacto durante dos años.
El lapso de tiempo que indicó de la medida judicial fue cumplido por Zapelli sin incidentes. Pero una vez sin el peso de la ley encima, no tardó en volver a las amenazas y persecución utilizando redes sociales y llamadas y mensajes de celular en los que le advertía saber sus horarios de trabajo, dónde residía y qué personas la visitaban.
Con la nueva denuncia, el juez de Violencia Familiar reiteró el jueves la orden de prohibición de acercamiento del señalado como victimario a su expareja.
“Estoy aterrada”
La denunciante, María José Humeniuk (32), dialogó con PRIMERA EDICIÓN y describió el miedo que la persigue: “Siento que esta vez me va a matar, lo pienso cada vez que lo veo”.
Relató que lleva poco más de un año sufriendo las persecuciones de su exconcubino. “Me amenazaba, decía ‘vos sos de pueblo’ no te van a creer y a mí nunca me van a meter preso”.
Aseguró que desde noviembre de 2024 no puede moverse de su casa con tranquilidad: “Aparece de madrugada y ahora me la paso mirando si está escondido en el muro de la vivienda del vecino”.
“Puse cámaras, cerco electrificado y alarmas, ahora me volvieron a dar el botón antipánico pero el miedo no se va”. “Agoté todos los recursos, estoy aterrada porque no para, desde que se venció la restricción me amenaza con quemar mi casa , la que construí con mis ingresos y trabajo, o agredir a cualquier persona de mi familia o amistades que él vea que llegan a visitarme”. “No salgo de noche a un espacio público, agoté todos los recursos, tengo mucho miedo y llegué a creer que estaba loca, que la culpable soy yo”, agregó.
Respecto a las actividades de su expareja remarcó que “se la pasa en el gimnasio, hace crossfit, toma anabólicos, entrena seis horas por día”, va a trabajar a las 9 al Parque del Conocimiento, en un área gerencial creo, pero como le marcan tarjeta, a las 12 se va.
“Yo me hacía cargo de su hijo que hoy tiene siete años, lo cuidaba mientras él no hacía nada y ahora tengo profundo temor que cumpla con sus amenazas”.





