“Estamos viviendo momentos complejos y difíciles”. La profunda recesión que atraviesa la industria de la construcción se refleja cada día en las sedes gremiales: más obreros piden ayuda, otros buscan changas y algunos deciden migrar a Brasil o Paraguay ante la imposibilidad de conseguir empleo en Misiones. Así lo describió Héctor Vallejos, secretario general de la UOCRA, en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones. Según dijo, la crisis que golpea al sector “viene de arrastre” y se agravó con el freno de la obra pública, que en la provincia constituye la mayor fuente de empleo formal.
“El sector privado todavía no reemplaza lo público”, explicó. Y enumeró los factores que hoy condicionan la actividad: precarización laboral, cuentapropismo, trabajo no registrado y la paralización de la construcción de viviendas, que es la que mayor mano de obra requiere. A esto se suma el impacto directo en las economías locales, porque la construcción es “la madre de las industrias”, que mueve madera, metalurgia, comercios y proveedores.
Al ser consultado por los puestos de trabajo perdidos, Vallejos indicó que en el nivel nacional ya se superaron los 120.000 empleos perdidos. Misiones tampoco escapó a esa tendencia: “En 2015 teníamos más de 18.000 trabajadores registrados. En la última medición no llegábamos a 4.000”, recordó.
Las obras de vivienda están virtualmente detenidas y solo quedan algunos proyectos viales o emprendimientos privados que -advirtió- “no ocupan la cantidad de mano de obra que pueda reemplazar a la obra pública”.
Antes era común ver carteles de “hay vacantes” en las obras; hoy, dijo, eso desapareció. La demanda es tal que hay obreros que llegan “caminando desde San Isidro” para pedir aunque sea una changa. La UOCRA intenta contenerlos desde su obra social, que continúa cubriendo a los afiliados aun desempleados.
Ante la política nacional de “obra pública cero”, Vallejos sostuvo que la ausencia del Estado imposibilita garantizar escuelas, hospitales, viviendas o mantenimiento de infraestructura. “¿Quién puede calificar para un crédito hipotecario con los salarios actuales?”, se preguntó. “La gente no puede comprar terreno, construir ni alquilar. El Estado tiene que estar, como lo hace el IPRODHA para miles de solicitantes”.
Recordó que hay 200.000 familias inscriptas para acceder a una vivienda en Misiones y que, aunque la demanda “se estaba terminando”, no se construyeron nuevas unidades.
¿Qué pasa cuando un obrero queda sin trabajo? Vallejos detalló que el trabajador primero accede al fondo de desempleo y luego al seguro, que puede durar entre 6 y 8 meses según la carga familiar. Después, si no aparece una nueva obra, “queda sin nada”.
Por eso insistió en que la reactivación depende de decisiones políticas. “El fantasma del desempleo está permanentemente sobre la cabeza del trabajador constructor”, dijo y agregó que ante la falta de oportunidades muchos obreros optan por irse a Brasil y Paraguay
“El trabajador de la construcción es orgulloso. Su oficio no se aprende de un día para otro. Cuesta formar un buen equipo, pero si no hay posibilidades acá, los compañeros buscan donde sí las haya”, remarcó.
Vallejos también explicó que, aun en crisis, la UOCRA mantiene abiertos sus centros de formación para certificar mano de obra calificada y evitar la precarización, aunque la realidad empuja a aceptar trabajos informales.
Además, definió el 2025 como “un año muy complejo”, marcado por las elecciones y la falta de ejecución de obras nuevas.
“No se movió una aguja”, dijo. Aunque destacó el esfuerzo provincial para concluir proyectos con fondos propios, advirtió que sin saber qué ocurrirá a nivel nacional “no se puede proyectar nada”.
Tradicionalmente, enero y febrero son meses de menor actividad, pero los obreros retornaban a mediados de mes. “Ahora no”, explicó el dirigente. “No hay anuncios de obras importantes que permitan incorporar trabajadores”, solo se observan construcciones privadas o fideicomisos que no absorben la cantidad de personal que demanda la obra pública. También mencionó la precarización, incumplimientos y accidentes frecuentes en obras sin controles.
Finalmente hizo hincapié en que la única salida real para las familias es recuperar el empleo digno.




