Cuatro testigos complicaron ayer la situación procesal de Pablo Schoenfisch (23) en el marco de la reanudación del juicio oral y público por el crimen de su madre, Faustina Antúnez (57) y por herir gravemente a su padre, el exintendente de Santiago de Liniers, Arnoldo Schoenfisch (64), en la madrugada del 14 de mayo de 2020.
La cuarta jornada de debate en el Tribunal Penal de Eldorado, que se encuentra en su etapa de testimoniales, tuvo como principal arista las declaraciones de cuatro de los cinco testigos, uno de ellos su medio hermano, Lucas Szumkoski (35), quien fue contundente al recordar que el imputado le confesó el crimen cuando fue a visitarlo a una comisaría donde estaba detenido: “¿sabés lo que vos hiciste, mataste a tu mamá?, le pregunté, y me dijo como si nada, ‘sí’”.
A la hora de declarar, un subcomisario también fue muy preciso al revelar que sospechó del ahora encartado apenas lo vio el día del homicidio, debido a su actitud fría y tras un breve interrogatorio donde le llegó a contar que estuvo “antes que nadie en la escena del hecho pero que luego se retiró”. Además, porque el efectivo vio que el joven tenía manchas similares a sangre en su pantalón.
También declaró una mujer que en ese entonces era empleada doméstica de la familia, Claudia Padilla (30), y que fue una de las primeras en ingresar a la escena del hecho, aseguró que el hermano del exjefe comunal manifestó “Pablito hizo cagada”, en referencia al acusado.
Las testimoniales de ayer se completaron con las del hermano de Arnoldo y su esposa, quienes también fueron los primeros en tener contacto con las víctimas al entrar a la vivienda familiar y ante los pedidos de ayuda del exalcalde. Finalmente, el imputado pidió declarar y lo hizo para expresar que los dichos de su medio hermano, del subcomisario y de quien era la trabajadora doméstica, “son todas mentiras”.
“Mirá cómo me dejó”
Una de las declaraciones más conmocionantes de la jornada fue la del medio hermano del acusado, Lucas Szumkoski, quien se quebró en llanto en varios tramos de su relato.
Fue uno de los cuatro en llegar primero a la casa donde estaban las víctimas. “Arnaldo estaba en la cocina parado tenía un chichón del balazo. Mi mamá tenía la mitad de la cabeza… y ahí revisé la casa que no hubiera nadie, luego levanté a los dos (a su madre y al padrastro herido) y cuando íbamos al hospital en mi camioneta le pregunté al ‘Gordo’ (Arnaldo) qué pasó. En todo momento me dijo la frase ‘siempre le digo a Pablito que esconda la pistola, escuché una explosión’. Ese día no me dijo nada más respecto a qué pasó”, expresó.
Luego, recordó que cuando un médico le informó que su mamá falleció les contestó “ya sabía eso, ahora traten de salvarlo a él (por su padrastro)”. Fue entonces que Lucas miró fijamente a su hermano en el banquillo de los acusados y lo señaló: “Nunca me imaginé que iba a ser él, yo fui a la comisaría y le dije sabés lo que vos hiciste? mataste a tu mamá y él me dijo como si nada ‘sí’”.
El testigo además se reprochó que “siempre le defendí a él (por el acusado), era mi hermanito, yo le crié de chiquito e incluso familiares me gritaron, me dijeron cosas por defenderlo. Hasta mi padrastro me dijo ‘mirá cómo me dejó ciego, mató a tu mamá y vos le defendés. Vos te vas a arrodillar y te va a pegar un tiro, imaginate vos no existís para él”. Acerca de la manipulación de armas de fuego, refirió que Pablo “siempre le tiraba a las palomas”.
También declaró el hermano de Arnoldo, Alberto Schoenfisch (71), la pareja de éste, Margarita Radke (48), y la nuera de ambos, Claudia Padilla, quien hacía trabajos de limpieza para la familia. Margarita, cuñada de Arnoldo, recordó que el exintendente dijo la frase “Pablito hizo cagada” cuando le preguntaron qué sucedió.
Lo mismo afirmó Claudia Padilla, quien luego fue quien encontró en una habitación donde solía pernoctar el imputado una bufanda, una gorra y guantes que según ella antes no estaban y terminaron teniendo rastros de pólvora. Al respecto, la mujer dijo que “pertenecían a Pablo”.
El debate, que se vio interrumpido por la autoincriminación de Arnoldo y que finalmente fue desestimada por la Justicia, continuará hoy con más testimoniales.
“Entré, los vi muertos y me fui a dormir”
El subcomisario Raúl Patiño Benitez (44) encabezó la investigación del hecho y en ese entonces era segundo jefe de la comisaría de Santiago de Liniers.
El uniformado recordó que interrogó al hijo de Faustina Antúnez y del exintendente a las 8 del día del ataque que terminó con la vida de la mujer, es decir el 14 de mayo de 2020. “Me avisó por teléfono Lucas Szumkoski a las 4.15 que estaba llevando a su madre y padrastro al hospital y acudí de inmediato a la escena. Tenía dos hipótesis, robo o discusión de pareja que finalizó en femicidio e intento de suicidio, hasta que hablé con Pablo Schoenfisch cuando paseaba el perro.
Me dijo algo extraño respecto a lo que hacía cuando todo sucedió: ‘Yo entré a la casa, le veo a mi mamá tirada en la cama muerta y mi papá recostado contra un ropero, para mí estaba muerto. Salí de allí y regresé a la casa de mi abuela a dormir’. Entonces le pregunté por qué no ayudó a su medio hermano y me contestó ‘para qué, si ya estaban muertos. Entré escondido porque mis tíos no me iban a dejar quedarme allí’.
Luego me dijo que llegó a agarrar el arma que estaba sobre la cama pero la volvió a dejar en el lugar y se fue. Incluso, me dijo que luego de eso ‘durmió bien’”.
El policía agregó que “cuando vi las gotas similares a sangre en su pantalón ordené que lo lleven a la comisaría”.





