
Este martes 11 de noviembre, a las 10 de la mañana, la jueza federal Zunilda Niremperger dio a conocer la sentencia en el marco del proceso por el derecho a la verdad sobre el secuestro y homicidio de Carlos Tereszecuk, ocurrido por razones políticas a comienzos de noviembre de 1976.
La audiencia, realizada de forma virtual, fue transmitida en vivo en Posadas, en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM, ubicada sobre calle Tucumán.
Tereszecuk fue visto con vida por última vez en la Jefatura de Policía de Resistencia, donde estuvo detenido ilegalmente antes de ser asesinado. Su cuerpo fue arrojado al río Paraná y posteriormente sepultado como NN en el Cementerio de Empedrado, provincia de Corrientes.
Durante el proceso, la Fiscalía Federal solicitó que se reconozca el arrojamiento de cuerpos al río Paraná como una práctica sistemática del terrorismo de Estado, señalando su carácter de metodología represiva en la región durante la última dictadura cívico-militar.
La sentencia se dictó en un contexto particular, marcado por el fallecimiento de los principales responsables de la Jefatura de Policía del Chaco en 1976 —los comisarios Carlos Thomas, Wenceslao Ceniquel y Lucio Humberto Caballero— y la imposibilidad de avanzar en la identificación de otros partícipes del secuestro y desaparición de Tereszecuk.
Los familiares, en su carácter de víctimas de un crimen de lesa humanidad, habían reclamado una sentencia que reconstruyera los hechos y garantizara el derecho a la verdad, entendida como una forma de reparación simbólica y un aporte a la memoria histórica colectiva.
La Fiscalía acompañó este pedido sobre la base del derecho a la verdad, apoyándose en la doctrina y jurisprudencia nacional e internacional, así como en antecedentes como los juicios por la verdad de los años ’90 y el precedente Martinelli, reafirmando la necesidad de mantener viva la búsqueda de justicia y memoria frente a los crímenes del terrorismo de Estado.
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La Historia de vida de Tereszecuk*
*(Datos sacados de la Fhycs – UNaM).
Carlos Enrique Tereszecuk nació en Posadas, Misiones en 1952, estudió para ser sacerdote en el Seminario de Fátima de Córdoba, pero abandonó sus estudios; luego tuvo una activa militancia estudiantil y política en su provincia, siendo elegido en 1974 vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Servicio Social de la Universidad Nacional de Misiones y en 1975 participó de la campaña electoral del Partido Autentico, pasando a ser secretario de los diputados provinciales electos Juan Figueredo y Pablo Fernández Long.
Como secretario legislativo realizó un gran trabajo con representantes de gremios, comisiones barriales, colonos, tareferos, trabajadoras de casas particulares, siendo el autor de diversos proyectos de ley de protección de sus derechos.
En 1975, en un operativo, efectivos de civil intentaron secuestrarlo en la Cámara de Diputados, pero pudo escaparse debiendo pasar a la clandestinidad, refugiándose en 1976 en Corrientes. Finalmente fue un detenido político, muy torturado en la Jefatura de Policía de Resistencia, Chaco.
Con la vuelta de la democracia, su hermano Norberto Tereszecuk realizó la denuncia en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) y ante el Juzgado Federal de Resistencia.

El juicio la reconstrucción de los hechos
La Fiscalía planteó que, de acuerdo a toda la prueba recolectada, se puede reconstruir que Carlos Enrique Tereszecuk fue secuestrado los primeros días del mes de noviembre de 1976, y llevado a la Jefatura de Policía de Resistencia, siendo alojado en un primer piso acondicionado como Centro Clandestino de Detención, que era dirigido por fuerzas conjuntas la Policía del Chaco y el Ejército Argentino.
Asimismo, Tereszecuk fue visto en pésimas condiciones de salud, por las diversas torturas que había recibido, siendo tal su deterioro físico que no podía mantenerse en pie ni caminar y otro detenido debió bañarlo ante la orden de sus guardiacárceles.
Del mismo modo, se puede reconstruir que, la segunda semana de noviembre, fue asesinado y su cuerpo arrojado su cuerpo al río Paraná, de donde fue rescatado el 15 de noviembre de 1976, en la costa de Empedrado, Corrientes, donde fue sepultado en una tumba como NN e identificado recién en el año 2018 por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
En conclusión, se puede enmarcar que su secuestro, tortura y homicidio se produjo en un contexto de persecución generalizada y sistemática por razones ideológicas, y que tenía como objetivo la detención y exterminio de todo aquel que encuadrara en lo que se etiquetaba como opositores al régimen.
En ese marco, el requerimiento propone reconstruir la sistemática del Terrorismo de Estado de hacer desaparecer a sus víctimas arrojando sus cuerpos al río Paraná, teniendo un patrón común en las características de las ejecuciones y las condiciones de los hallazgos con cuerpos desnudos, atados con alambres en manos y pies, con disparos de ejecución en el pecho o el cráneo, con la yema de los dedos cortados para obstaculizar su individualización y con un corte importante en el abdomen para intentar que no flotaran.
La reconstrucción se pudo establecer mediante las autopsias efectuadas en su momento y por el testimonio del médico forense de Empedrado, Dr. Otto Eliseo Manzolillo en el juicio Centro Clandestino Regimiento 9.
Fuente: Fhycs – UNaM







