Las intensas lluvias que golpean a Corrientes desde hace varios días dejaron más de un centenar de evacuados y numerosas zonas rurales anegadas, especialmente en San Luis del Palmar y Curuzú Cuatiá. En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el ambientalista Luis Martínez analizó las causas y consecuencias de este fenómeno, al que vinculó con los efectos del cambio climático en la región y, en contraste, celebró una buena noticia: el avistamiento de un yaguareté silvestre en los Esteros del Iberá, señal de recuperación del ecosistema correntino.
Martínez explicó que en los últimos días se registraron precipitaciones acumuladas de hasta 200 milímetros, lo que provocó inundaciones en varios puntos de la provincia, especialmente en San Luis del Palmar, donde más de 100 familias resultaron afectadas y 27 permanecen en centros de evacuación.
Según detalló, el problema se agravó por el desborde del Riachuelo, arroyo que conecta con el río Paraná, provocando una crecida lenta y sostenida que impide el regreso de las familias a sus hogares. Algunas de ellas, añadió, prefieren no evacuar para cuidar sus pertenencias.
El ambientalista describió el fenómeno como “un escenario inusual”, ya que los habitantes locales no recuerdan inundaciones de esta magnitud en esta época del año. Señaló que el nivel del agua alcanzó los cuatro metros, algo que sorprendió incluso a los pobladores más antiguos, y remarcó que desde agosto las lluvias son persistentes en zonas bajas y con esteros.
El ambientalista también confirmó que en dos oportunidades hubo ráfagas de viento, granizo y precipitaciones intensas, que causaron destrozos, y estimó que el total de lluvias ronda los 200 milímetros. También comentó que el pronóstico se mantiene inestable y que, si las lluvias continúan, más familias podrían verse afectadas.
En cuanto a la infraestructura, advirtió que la ruta nacional 12 sufrió el socavamiento de un puente en la zona de Itá Ibaté, lo que obligó a habilitar desvíos por rutas provinciales. Los trabajos de reparación ya están en marcha.
Desde su mirada ambiental, Martínez señaló que este tipo de eventos son una muestra clara del cambio climático en la región. Recordó que en los últimos años Corrientes ha atravesado sequías, incendios e inundaciones, cada vez más frecuentes y agresivas, lo que afecta tanto a la población como a la fauna silvestre.

“El régimen de lluvias cambió totalmente -indicó-. En periodos donde antes casi no llovía, ahora tenemos acumulaciones enormes que provocan desbordes e inundaciones.”
Respecto a la ayuda humanitaria, destacó que los centros de evacuados en San Luis del Palmar reciben asistencia del Gobierno provincial y de la comunidad. Sin embargo, pidió que quienes quieran colaborar lo hagan a través del cuartel de bomberos voluntarios de la localidad, “que desde el primer día están rescatando y asistiendo a las familias afectadas”.
Un yaguareté silvestre: “Una señal de esperanza para la especie”
En la misma entrevista, Martínez celebró la aparición de un ejemplar silvestre de yaguareté en el Portal San Nicolás, dentro de los Esteros del Iberá. El hecho ocurrió el sábado pasado y fue considerado “una excelente noticia” por los ambientalistas.
Según explicó, no había registros previos de esa especie en esa zona, lo que demuestra que el ecosistema se encuentra en buen estado de conservación. Para Martínez, la presencia del felino “implica que otros ejemplares se están desplazando y que la población comienza a expandirse”, incluso en búsqueda de reproducción.
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Además, precisó que actualmente Corrientes alberga alrededor de 40 yaguaretés silvestres, lo que representa el 15% de la población total del país, estimada en unos 250 ejemplares. Consideró que este crecimiento refleja el éxito de los programas de reintroducción y la responsabilidad compartida entre ciudadanos y autoridades.
No obstante, advirtió que la especie sigue en peligro de extinción, y que el aumento de ejemplares no implica su recuperación definitiva. Recordó que los principales riesgos siguen siendo la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el avance de las actividades humanas sobre los ambientes naturales.
“Misiones conoce bien lo que significa esto -afirmó-: atropellos de fauna, caza furtiva y desmontes son amenazas que debemos seguir combatiendo. Cuando una especie como el yaguareté está en riesgo, se pierde una parte vital de la biodiversidad que sostiene nuestros ecosistemas”.




