Luego que parte de la familia y amigos marcharon este miércoles en Aristóbulo del Valle, Andrés -padre de Oriana, la niña de cinco años que está en el centro de una disputa judicial– decidió contar su versión de los hechos. Dijo que la menor se encontraba “bien y sana” viviendo junto a él en el sur de Brasil, y que la restitución dictada por la jueza Edelmira Salvi “ratifica que la Justicia comprobó esa situación”.
Según relató a PRIMERA EDICIÓN, la madre de la niña falleció en mayo de 2024, víctima de una enfermedad terminal. Hasta ese momento, la familia residía en Oberá, pero tras la pérdida, él decidió mudarse con su hija a Brasil, al estado de Río Grande do Sul, donde consiguió trabajo en la construcción. “Nos fuimos en octubre del año pasado para poder empezar de nuevo”, explicó.
Andrés aseguró que en mayo de este año los abuelos maternos se comunicaron con él para pedirle ver a la niña “porque la extrañaban”, y que accedió sin poner condiciones. “Primero fue una visita de fin de semana y después me pidieron que se quedara una semana entera; también acepté”, comentó.
De acuerdo a su versión, fue después de esas visitas que comenzaron las denuncias por presunto maltrato y malnutrición. “Nunca hubo nada de eso. Ella estaba bien conmigo, feliz, y la Justicia lo probó”, sostuvo.
El padre contó además que, desde que se dispuso la restitución judicial, solo puede ver a su hija dentro de la casa de los abuelos maternos. “No me dejan salir con ella. La extraño mucho, pero confío en que todo se va a aclarar”, señaló.
Por último, Andrés indicó que en las próximas horas volverá a la provincia para recuperar la custodia de su hija, tal como lo dispuso la jueza. “Sus hermanos y yo la extrañamos mucho”, concluyó..





