Argentina está entre los cuatro países de Latinoamérica que comparte en las redes más material de abuso sexual infantil (MASI) y, la mayoría de esos contenidos, se hacen con niños menores de 7 años, “y esto quiere decir que quienes producen estos contenidos son personas que están muy cercanas a los chicos”, advirtió ayer la vicepresidente global del Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados (ICMEC), María Pilar Ramírez Argueta, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
La especialista participó en la Jornada de Cibercrimen y violencia digital, en la Universidad Católica de Santa Fe, junto a la fiscal Daniela Dupuy, al frente de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
“Lo más poderoso para nosotros es empoderar a los chicos, porque ellos saben cuando están sintiendo algún peligro en las redes, pero también empoderar a los adultos porque son los que dan las tecnologías a los chicos. Muchas veces no se denuncia a las autoridades, no por falta de voluntad, sino porque no saben cómo hacerlo. Por eso, para nosotros es muy importante que los adultos sepan cuáles son los canales de denuncia, no solo en su país, sino también en las mismas plataformas que están utilizando”, indicó.
Gran productora de MASI
La violencia contra los niños en entornos digitales está en crecimiento. Según confirmó Ramírez Argueta, “Argentina es el cuarto país que más material de abuso sexual infantil (MASI) comparte en las plataformas que son monitoreadas por el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados en Estados Unidos”, confirmó.
No obstante, destacó que el delito es de carácter internacional: “por eso, para nosotros es muy importante acudir a diferentes provincias, porque el delito no pasa solamente en una provincia o en un país, sino en todo el mundo. Estamos en Misiones para mostrar nuestro apoyo por el buen trabajo realizado por las autoridades, que demostraron que tienen una calidad de investigación y de persecución penal increíble”.
Ramírez Argueta destacó la necesidad de trabajar estos delitos no solo desde las instituciones del Estado, sino también con las empresas de tecnología, que son las que pueden proveer información clave para perseguir penalmente a los abusadores.
“Es importante no solo una combinación de carácter regional o provincial, sino también nacional y obviamente tener contacto con las fuerzas policiales de otros países para lograr cooperación internacional, pues posiblemente el agresor se encuentre en otro país y la víctima en Argentina”, explicó.
A su entender, Argentina está trabajando muy bien en estos operativos internacionales, con resultados positivos.
Agresor cercano y autoproducción
Ramírez Argueta se refirió a dos grandes retos: “en la mayoría de los materiales de abuso sexual infantil aparecen chicos menores de 7 años, y esto quiere decir que quienes producen el material son personas muy cercanas a los chicos”.
El otro fenómeno en crecimiento es la generación de material de abuso sexual infantil por inteligencia artificial: “los chicos están utilizando el rostro de alguna amiguita, algún amiguito y cambian todo el cuerpo, lo cual daña emocionalmente mucho a los chicos que se encuentran en esas imágenes. Y también, la autoproducción del material, muchas veces los chicos quieren mandar una foto íntima a algún compañerito y no se dan cuenta de las repercusiones que existen al viralizarse esas imágenes. En algunos casos, puede darse que una persona los esté forzando a que produzcan estas imágenes”.
“Superamos las 124.000 denuncias este año”
La fiscal Daniela Dupuy se refirió al crecimiento de las investigaciones de los delitos que afectan a niños, niñas y adolescentes en entornos digitales.
“Necesitamos códigos procesales y penales adaptados a estas nuevas modalidades que aún muchas de ellas no son delictivas. Posadas está muy avanzada con las investigaciones en entornos digitales, con el tratamiento de la evidencia digital y todo lo que tiene que ver con el cibercrimen. Y esto es muy importante, porque genera beneficios para toda la sociedad cuando la Justicia sabe gestionar las últimas tecnologías”.
Dupuy indicó que en la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas del Ministerio Público Fiscal, el centro de recepción nacional de los casos de explotación y abuso sexual infantil, “recibimos durante el año pasado 124.000 denuncias y ya superamos este número en lo que va del 2025”.
A su entender, este incremento se debe “a un montón de factores, entre ellos la facilidad para manejar las redes e internet, la creciente utilización de inteligencia artificial y el anonimato detrás de la computadora, que beneficia a los delincuentes”.
Para Dupuy, Misiones dio el primer paso al poner el tema en la agenda pública.




