El accidente vial ocurrido este fin de semana en Campo Viera volvió a poner en agenda un acto solidario fundamental para el sistema de salud: la donación de sangre.
El Banco de Sangre, Tejidos y Biológicos de Misiones extendió ayer su llamado a la comunidad para recibir voluntarios que, a través de su donación, permitan salvar vidas y reponer el stock provincial de hemocomponentes.
Aunque la respuesta solidaria fue inmediata, el vicedirector del Banco de Sangre provincial, Ramón Alberto Krupp, insistió en que la verdadera fortaleza del sistema se construye con el compromiso sostenido durante los 365 días del año.
“Si logramos obtener las 1.000 a 1.200 donaciones mensuales, prácticamente está cubierta toda la población misionera”, afirmó Krupp, quien destacó que ese trabajo de prevención y donación previa permitió dar respuesta al trágico suceso que conmovió a la provincia.
Donar, un acto de solidaridad
El Banco de Sangre, Tejidos y Biológicos de Misiones funciona hace más de 20 años y abastece a hospitales públicos y privados en toda la provincia. Cada mes se necesitan entre 1.000 y 1.200 donaciones para cubrir el stock de hemocomponentes que requieren cirugías, tratamientos oncológicos, partos de alto riesgo y accidentes viales, actualmente la causa de mayor demanda a nivel provincial.
Para Krupp, alcanzar ese número depende directamente de la conciencia ciudadana: “Todo el año necesitamos donaciones para que cuando la comunidad lo necesite, el recurso esté disponible”.
Actualmente, el 60% de las donaciones son voluntarias, mientras que el resto proviene de familiares o allegados de pacientes internados. “No es lo ideal. Ojalá tuviéramos 100% de donantes voluntarios. Pero tampoco podemos quejarnos, porque hay un 60% que dona sin que nadie se lo pida”, dijo.
El objetivo es ampliar ese porcentaje de compromiso solidario y espontáneo, estimulando donaciones altruistas y repetidas.
“No hace falta que exista un accidente vial como el de Campo Viera para salir a donar sangre. Si la población se concientiza y lo hace en forma espontánea durante todo el año, nosotros tenemos cubierta cualquier eventualidad”, aseguró Krupp.
En el sistema de salud, la sangre ocupa un lugar fundamental: “Cada unidad donada se separa en cuatro componentes: glóbulos rojos, plaquetas, plasma y crioprecipitado. Por eso cada donación puede salvar hasta cuatro vidas”, explicó.
Una red solidaria que recorre la provincia
El Banco de Sangre cuenta con tres centros fijos de donación, ubicados en el Parque de la Salud de Posadas y los hospitales SAMIC de Oberá y Eldorado.
Además, realiza colectas externas para sumar nuevos donantes en distintas localidades.
Este mes visitaron San Antonio, Loreto, San Ignacio y Andresito, donde se lograron 100 donaciones en una sola jornada.
La base de donantes está compuesta por personas fidelizadas, que donan de manera regular en las campañas móviles y en los centros fijos.
“Son donantes repetidos altruistas que ya saben que el Banco de Sangre va a ir y nos están esperando, y eso nos llena de orgullo por la solidaridad que existe en esos lugares”, contó Krupp.
Las colectas externas se realizan entre 2 y 3 veces por año. La próxima cita será el 5 de noviembre en Oberá, con una visita especial en la sede del Dachary, además de Dos de Mayo e Iguazú.
Después de donar
El trabajo no termina en el punto de colecta. Detrás de cada donación hay un circuito técnico y profesional que asegura calidad y trazabilidad en toda la cadena de transfusión.
“No solo cuidamos al donante, sino también al paciente. Desde la extracción hasta la transfusión, todo está controlado con normativas de calidad y certificaciones internacionales”, explicó el vicedirector.
La calidad de los reactivos y el trabajo del equipo de promoción, que en cada colecta moviliza equipamiento y mantiene los estándares de seguridad, completan el esquema para seguir extendiendo el llamado solidario.





