“Dependemos exclusivamente de la donación de la gente”, con esta simple frase el director del Banco de Sangre de Misiones, Joaquín Suárez Romanazzi explicó la importancia de la donación voluntaria y los mitos que aún persisten en torno a este acto solidario.
En un contexto donde los requerimientos se incrementan, como el caso de la tragedia del Yazá, donde murieron nueve personas y 29 resultaron heridas, apelan a la empatía de la comunidad misionera para mantener los niveles adecuados de sangre en toda la provincia.
“Nosotros apelamos al pueblo misionero, como siempre lo hacemos, ya que dependemos muy exclusivamente de la donación de la gente. En este momento dramático se visibilizó más la necesidad de contar con donantes voluntarios para llevar a cabo nuestra tarea, que es la de transfundir, sobre todo en casos tan especiales como este”, sostuvo a la FM 89.3.

No hay “faltantes”, pero la urgencia es latente: nunca falta la solidaridad
El titular del organismo aclaró que, aunque evitan hablar de escasez, las reservas pueden disminuir repentinamente. “Nunca hablamos de faltante, siempre trabajamos en pro de no tenerlo. No podemos hablar de un stock crítico ni óptimo porque el stock óptimo puede pasar a crítico en cuestión de segundos. A veces, en un mismo fin de semana, convergen pacientes con leucemia, desprendimientos placentarios, siniestros viales o cirugías sangrantes, y eso vacía nuestras heladeras en horas”, explicó.
Por eso, insistió: “Apelamos a la solidaridad de toda la gente, no solo en esta situación puntual sino durante todo el año, porque si bien este fue un hecho trágico, es donde más se visibiliza la necesidad de la sangre”.
Romanazzi aseguró que la población misionera mantiene su compromiso, aunque reconoció que el clima influye: “La gente siempre colabora. En verano los calores juegan un poco en contra, pero la gente se acerca. Nuestro sistema de salud funciona muy bien, tiene muchas cirugías programadas y atiende pacientes de toda la región, lo que hace que el requerimiento sea cada vez mayor. Tenemos que convocar, informar y sacar mitos y miedos”.

Respecto de los grupos sanguíneos más demandados, señaló que “siempre se necesita sangre de todo tipo. El grupo más común en la región es el 0 positivo, seguido del A positivo. Pero al ser los más comunes, también son los que más se consumen. Un B negativo, que no es muy frecuente, tal vez no genere esa demanda inmediata”.
“Hay que sacar un mito: no hay que ir en ayunas. Si van en ayunas, tenemos un refrigerio para tal fin. Solo se necesita la voluntad de donar, documento, ser mayor de edad o menor con autorización del padre o tutor, y encontrarse sano en ese momento”, explicó Romanazzi entre los requisitos que solicitan al donante.
Y agregó: “Si alguien tiene presión alta, que se acerque igual. Tenemos un equipo altamente capacitado que hace todos los controles previos, entrevista clínica, examen físico, hematocrito y presión arterial. Si detectamos algo que impida donar, se deriva con su médico. Pero que la gente se quede tranquila, el equipo está preparado para evaluar cada caso”.








