El Centro de Docentes de Jubilados y Pensionados de Posadas sale en búsqueda de nuevos socios jubilados que permitan revitalizar esta institución creada hace 63 años para defender los derechos de los docentes, cuando las escuelas nacionales y sus trabajadores pasaron bajo la órbita de las provincias.
En la actualidad, esta organización cuenta con unos 80 socios y la mayoría de ellos superan los 75 años. Su actual presidente, Julio Antonio Medina, tiene 80 años y aunque desde 2012 cada jueves forma parte de la marcha de Marea Blanca en la Plaza 9 de Julio admitió que cada vez le cuesta más subir las escaleras de acceso al Centro de Docentes Jubilados, ubicado justo al lado de la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones (UDPM), por avenida Corrientes.
“En su momento, nuestro centro superó los 300 socios, ofrecíamos talleres y organizábamos viajes que hoy atesoramos en nuestra historia. Pero soñamos con recuperar esas propuestas y para ello es necesario sumar a los nuevos jubilados docentes”, contaron a PRIMERA EDICIÓN el presidente y vice del Centro de Jubilados de Misiones, Julio Medina y Gerardo González.
No se trata de renegar del espíritu de la institución, que es la defensa de los derechos de los docentes jubilados, sino de sostener y apuntalar este espacio de encuentro para los próximos jubilados del sector.
La historia de Gerardo
Gerardo nació en Yapeyú, Corrientes, y a los 18 años con el título de maestro se vino a Misiones. “Me mandaron a una escuela en la Colonia Itacuruzú, en Montecarlo. Después fui a la zona de 25 de Mayo, en la costa del Paraná; y de ahí me mandaron a la costa del Uruguay. Me casé joven y ya tengo hijos grandes, todos nacieron en el monte misionero. Hice toda mi carrera en el interior hasta llegar a Posadas como director de primera categoría, me jubilé en la Escuela 449”, contó.
Según recordó, “por ese entonces, teníamos espíritu de sacrificio, no había acceso a servicios básicos… las escuelas no tenían agua ni luz, recuerdo que íbamos a una vertiente a sacar agua. Yo soy de una familia humilde de Corrientes, pero teníamos luz y agua, pero acá me encontré sin nada. En la escuela, usábamos lámpara a kerosene. Me acuerdo que, cuando empezaron a salir las heladeras a kerosene, compré una para poder mantener la carne, por lo menos. Pero con mi señora soportamos todo porque éramos muy jóvenes y a esa edad, uno toma mejor la vida… ahora ni loco entraría al monte a acarrear agua o ir a lavar la ropa al trabajo”, aseguró sonriente.
Contó que cuando tenía 25 años, se compró su terrenito en Posadas “ya en los diarios se empezaba a hablar sobre el proyecto de Yacyretá y que la represa inundaría parte de la ciudad, por eso compré en Altagracia que es la zona más alta”. Tras 26 años de carrera (por ese entonces, los docentes nacionales se jubilaban con 25 años pero aportaban el 18% a la jubilación y no el 13% como el resto de los trabajadores), Gerardo se jubiló. “Hace 31 años que estoy jubilado y estoy viviendo esta etapa muy bien porque estos grupos de jubilados me hacen sentir feliz, porque tengo muchas reuniones y para mí es una hermosura”, expresó.
Esas muchas reuniones de las que habla Gerardo tienen lugar en el Centro de Jubilados que sus miembros luchan para que se mantenga cuando ellos ya no estén.
“Es un museo institucional de la provincia”
El Centro de Jubilados alberga parte de la historia de la educación en la provincia y las historias de vida de sus socios son los capítulos más interesantes y valiosos de ese gran libro. “Nuestra institución es realmente un museo institucional, no solamente de Posadas, sino de toda la provincia porque fue la primera que funcionó en la provincia a partir de la década del 60 para atender los problemas de los docentes jubilados nacionales”, destacó Medina.
Y lo más importante es que, confiaron, “no queremos que termine, entre los jubilados docentes todavía hay maestros de 80, 90 años con hermosas historias para contar, que nos encontramos todos ahí, compartimos momentos y nos sentimos bien. Hay gente que uno ve que está decaída, que necesita levantar el ánimo… y ese también es uno de los objetivos del centro, ser un espacio de encuentro entre pares”.





