Las elecciones nacionales del domingo moldearán el Congreso para los próximos dos años de la gestión de Javier Milei, quien se propone impulsar un paquete de reformas que necesitará de una mayoría parlamentaria que las apruebe, pero que el oficialismo no tendrá de forma automática sino que tendrá que construirla a partir de la nueva conformación de la Cámara de Diputados y del Senado, que los argentinos definirán en las urnas.
Los votantes de todas las provincias del país y la Ciudad de Buenos Aires (CABA) renovarán la mitad de la Cámara de Diputados al elegir 127 bancas, mientras que ocho distritos (Entre Ríos, CABA, Chaco, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Neuquén, Río Negro, Salta) elegirán también 24 senadores nacionales, para renovar un tercio de los escaños que componen la Cámara alta.
En principio, nadie tendrá mayoría propia (es decir, la mitad más uno del pleno de la Cámara con la que se consigue el quórum) a partir de diciembre, cuando asuman los legisladores electos. Por eso las alianzas seguirán siendo clave y el gobierno de Milei seguirá necesitado de buscar acuerdos con otros sectores, en especial con los gobernadores.
Por caso, para el bloque de La Libertad Avanza (LLA) será más que difícil convertirse en la primera minoría de Diputados -una condición que otorga la ventaja de tener más diputados en las comisiones donde se revisan los proyectos de ley- aunque sí podría alcanzar ese umbral gracias a la alianza parlamentaria que cultiva con el PRO.
No es una especulación sobre el resultado de los comicios, sino un cálculo a grandes rasgos sobre cuestiones técnicas de la elección. Los diputados se eligen por el sistema D’Hont que reparte las bancas en juego de cada provincia según la proporción de votos. De esto, más la conformación actual de cada bloque y la cantidad de bancas que ponen en juego en este turno, se desprende un panorama general sobre el futuro Congreso, atado igualmente al veredicto de las urnas.
La bancada de LLA pone en juego 8 de 39 bancas, dado que casi todas las obtuvo en 2023 y el mandato es de cuatro años. Entre ellas están las que ocupan José Luis Espert y Carolina Píparo, que entraron en 2021 por la provincia de Buenos Aires, y las de Nicolás Emma y María Fernanda Araujo, que fueron quienes reemplazaron a Milei y a la actual vicepresidenta Victoria Villarruel en 2023.
El kirchnerismo/peronismo del bloque Unión por la Patria (que compite como Fuerza Patria en los comicios) se juega 46 de sus 98. Aquí se vence el mandato de figuras como Daniel Gollán, Leandro Santoro -que se va a la Legislatura porteña- y Carlos Heller, de larga experiencia en la Comisión de Presupuesto.
La bancada del PRO que lidera Cristian Ritondo arriesga 21 de sus 35 asientos en el recinto, entre ellos el de Diego Santilli por la provincia de Buenos Aires, que va por su reelección ahora como cabeza de lista de LLA, y también el de María Eugenia Vidal por CABA y el de Luciano Laspina por Santa Fe, entre otras figuras importantes a las que se les vence el mandato.
En tanto, el bloque UCR expone 11 de sus 14 bancas, incluida la de su presidente, el cordobés Rodrigo de Loredo, que no seguirá en la Cámara. También se vencen los mandatos de diputados como Martín Tetaz en la Ciudad de Buenos Aires y Pamela Verasay en Mendoza, quien sí aspira a renovar su banca.
Por su parte, el bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Pichetto expone 7 de sus 15 lugares, entre ellos los de Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, que encabezan en ese orden la lista de Provincias Unidas en Buenos Aires.
Los radicales de Democracia para Siempre -alineados con Facundo Manes, Martín Lousteau y el sector de la UCR más críticos del Gobierno- se juegan 9 de 12, casi todos, como le ocurre a la Coalición Cívica, que ve vencer el mandato de 4 de sus 6 diputados.
Gobernadores, independientes y monobloques
En tanto, el Frente de Izquierda arriesga 4 de sus 5 escaños, mientras que se vencen los mandatos de muchos diputados que tienen monobloques y bancadas de partidos netamente provinciales alineadas casi todas con los gobernadores más independientes.
Esas bancas también son parte de las 127 que se renuevan en estas elecciones.
En ese pelotón hay 3 de los 6 “radicales con peluca” del bloque Liga del Interior y otros 3 de los 8 que integran Innovación Federal.
El bloque Independencia, que responde al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, se juega 2 de sus 3 bancas; Futuro y Libertad tiene solo dos y renueva una (la del ex PRO santafesino Gabriel Chumpitaz), igual que Por Santa Cruz y Producción y Trabajo (San Juan).
Asimismo se vence el mandato de la tucumana Paula Omodeo, que tiene el monobloque Creo (afín al Gobierno), mismo caso que el santafesino Roberto Mirabella, el neuquino Osvaldo Llancafilo, el porteño Ricardo López Murphy, el fueguino Ricardo Garramuño y el santafesino Mario Barletta. Todos se abrieron del peronismo, el radicalismo o bloques y tienen su propio espacio.
El tercio del Senado
En el Senado que preside Villarruel se renuevan 24 de las 72 bancas que componen el pleno, dado que el mandato es de seis años y en cada turno electoral eligen senadores solo ocho provincias. Aquí no hay sistema D’Hont porque todos los distritos tienen la misma cantidad de representantes: tres cada uno. La lista ganadora de las elecciones se lleva dos asientos y el restante va para el segundo.
Una certeza de este turno electoral es que La Libertad Avanza solo sumará en el Senado, por el hecho de que no arriesga ninguno de los seis escaños que posee debido a que todos los ganó en las elecciones de 2023 que llevaron a Milei a la Presidencia.
En cambio, el interbloque de Unión por la Patria se juega 15 de sus 34 escaños: 2 en Chaco, otras 2 en Neuquén, en Río Negro, en Salta y en Tierra del Fuego y los tres de Santiago del Estero, que gracias a las alquimias electorales del gobernador Gerardo Zamora están todos en la misma bancada.
También arriesga el asiento que en representación de CABA ocupa Mariano Recalde, quien encabeza la lista de Fuerza Patria para renovar, y uno más por Entre Ríos, donde hoy se sienta Stefanía Cora, en reemplazo del expulsado Edgardo Kueider.
Las otras bancas en juego en el Senado corresponden a la UCR, que se juega 4 de 13 (entre ellas la del presidente del partido, Martín Lousteau, que se postula como diputado por Ciudadanos Unidos); al PRO, que arriesga 2 de 7; al interbloque Provincias Unidas con 2 de 5 y a Juntos Somos Río Negro, que solo tiene a Mónica Silva, cuyo mandato vence este año.
Con todos estos lugares por definir, el Gobierno de Javier Milei y el variopinto arco opositor se dirigen a las elecciones nacionales del domingo en un clima de máxima expectativa por la nueva forma que los votantes le darán al Congreso, que volverá a ser el escenario clave para la gestión libertaria en los próximos dos años.
Un posible récord histórico de ausentismo
Una de las claves será la participación de la ciudadanía. En Argentina el voto es obligatorio, pero en las últimas dos elecciones intermedias el porcentaje de votantes fue disminuyendo.
Un informe del Observatorio de Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral advierte que la participación ciudadana podría caer a niveles inéditos desde el retorno democrático. Según la proyección, solo el 65% del padrón concurriría a votar, lo que implicaría un ausentismo superior al 35%, el más alto desde 1985.
El estudio, titulado “Proyección de participación y análisis del comportamiento de los oficialismos en elecciones de medio término. Su posible impacto en las elecciones nacionales del 26 de octubre”, fue elaborado por Marcelo Bermolén, director del OCI, y toma como base los resultados de diez elecciones provinciales desdobladas realizadas durante 2025, que registraron un promedio de participación del 59,37%.
En algunos distritos -como Chaco, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires– uno de cada dos electores habilitados no asistió a las urnas.
“La desconfianza, la apatía y la rebeldía frente a las fuerzas políticas tradicionales se expresan hoy también en las urnas vacías”, sostuvo Bermolén, al presentar el estudio.
Si la tendencia se confirma, la elección del 26 de octubre marcará una caída de más de seis puntos respecto a las legislativas de 2021, cuando la participación alcanzó el 71,8%. Para el especialista, esta merma “socava la legitimidad de origen” de los futuros representantes, ya que “el número de ciudadanos que no votan supera al de muchos espacios que logran imponerse”.
Algunas claves de la elección
Los argentinos acudirán hoy a las urnas para las elecciones legislativas nacionales. Se renovarán 24 escaños en el Senado y 127 en Diputados, con impacto en la composición política del Congreso.
Mientras que todos los distritos renuevan diputados, solo algunos, como Río Negro, Salta, Neuquén, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Entre Ríos, Chaco y CABA, elegirán senadores.
Cómo se reparten los escaños
El método D’Hondt se utiliza para asignar los cargos en Diputados. Solo las listas que superen el 3% del padrón electoral participan en el reparto. Primero, se dividen los votos obtenidos por cada lista entre 1, 2, 3… hasta el número de bancas disponibles. Luego, los escaños se asignan a las cifras más altas de estas divisiones.
Por ejemplo, si se distribuyen cinco bancas entre tres listas, se comparan los resultados de la división de los votos y se otorgan a los mayores valores. El voto en blanco se cuenta dentro del total, lo que puede modificar los porcentajes y afectar la asignación final de bancas.
Cargos en juego por provincia
• Jujuy: 3 diputados
• Salta: 3 senadores y 3 diputados
• Tucumán: 4 diputados
• Catamarca: 3 diputados
• La Rioja: 2 diputados
• San Juan: 3 diputados
• San Luis: 3 diputados
• Mendoza: 5 diputados
• Neuquén: 3 senadores y 2 diputados
• Chubut: 2 diputados
• Santa Cruz: 3 diputados
• Tierra del Fuego: 3 senadores y 2 diputados
• Formosa: 2 diputados
• Chaco: 3 senadores y 4 diputados
• Santiago del Estero: 3 senadores y 3 diputados
• Misiones: 3 diputados
• Corrientes: 3 diputados
• Santa Fe: 9 diputados
• Entre Ríos: 3 senadores y 5 diputados
• Córdoba: 9 diputados
• La Pampa: 3 diputados
• Buenos Aires: 35 diputados
• CABA: 3 senadores y 13 diputados
Cómo votar
- Primero, el elector recibe la boleta, la cual debe contar con la firma de la autoridad de mesa, junto con una lapicera para marcar su elección.
- Dentro de la cabina de votación, el ciudadano debe marcar el casillero correspondiente al candidato elegido. Es importante destacar que solo se permite una marca por categoría de cargo.
- Una vez realizada la selección, el votante dobla la boleta por la línea punteada y la deposita en la urna.
- Finalmente, firma el padrón electoral y recibe la constancia de voto y su Documento Nacional de Identidad (DNI).
Fuente: iprofesional.com






