A poco días de cumplirse el segundo mes de la implementación en Misiones del programa nacional “Hora Más”, la subsecretaria de Educación, Gabriela Bastarrechea, habló con PRIMERA EDICIÓN sobre este plan focalizado en mejorar los resultados en lengua y matemática en los alumnos de tercer grado.
“Iniciamos el programa en septiembre en 262 escuelas Alfa de la provincia, es decir hace poco más de un mes y medio”, indicó.
Para esta tarea se designaron 262 docentes pero no se priorizó a los educadores sin cargos como en un primer momento pidieron los gremios porque, según explicó la funcionaria, “la propuesta pedagógica vino acompañada de lineamientos jurisdiccionales que dispusieron, entre otras cosas, la forma de designación de los docentes.
Según este lineamiento, la prioridad la tenía el docente de tercer grado de la escuela, en segundo lugar otro docente de la escuela y la tercera opción un docente externo cuya designación es responsabilidad del supervisor, para optimizar los recursos que tiene disponibles en la zona porque hay que tener en cuenta que el programa no contempla pago de pasaje o viáticos, indicó.
Política educativa focalizada
Las escuelas Alfa fueron seleccionadas junto a la Nación de acuerdo a determinados criterios: que estén cargadas en la base nacional homologada (BNH) donde hay datos sobre la situación de la institución y su matrícula actual. “Claramente, se hizo un cálculo contemplando la diferencia de esa matrícula con los indicadores de la prueba Aprender.
Esa métrica permitió hacer una selección de las instituciones que presentan mayores desafíos en cuanto a la alfabetización. Porque el “Hora Más” es una herramienta que nos permite focalizar la optimización de los recursos para poder mejorar los resultados”, aseveró Bastarrechea.
Según admitió la funcionaria, “es la primera vez que se está pensando en políticas educativas focalizadas, con una contención integral, porque por un lado los docentes tienen ateneos didácticos, los chicos tienen la Hora Más y recursos porque las escuelas recibieron libros. Es una acción integrada, pero a su vez intensificada en los desafíos de la alfabetización”.
Acompañamiento de los padres
La funcionaria explicó que, al no ser una hora institucionalizada, “necesitamos la colaboración de los padres para el acompañamiento y la asistencia de esos niños en esa extensión horaria, que más allá de que sea efectivamente una hora más a reloj, la propuesta no es la extensión de la clase normal, sino que está focalizada específicamente en la alfabetización, o sea, en las cuatro habilidades: lectoescritura, la producción de texto. Se trabaja con secuencias didácticas focalizadas en esa hora más”.
Bastarrechea destacó que el acompañamiento de los padres es clave, no solo porque se requiere su autorización para que el niño se quede un ahora más en la escuela cada día, sino también porque es necesario que acompañe el proceso de su hijo. “Se aprende a leer, leyendo; a escribir, escribiendo. Entonces necesitamos ese tiempo de práctica, que se focalice en el entrenamiento de esas habilidades en la casa. La familia también firma un convenio o un acuerdo familiar con la institución, donde autoriza a los niños a participar y se compromete en acompañar en ese proceso”.
Según confió, “estamos muy contentos con la recepción del programa por parte de las familias y seguramente a fin de mes vamos a tener los primeros resultados en números. Claramente, la sensación es muy satisfactoria, incluso para los docentes, porque les permite trabajar de manera focalizada con los niños que requieren mayor atención”.
Agrupamiento flexible
El programa trabaja con un sistema que se llama “agrupamiento flexible”, es decir que se seleccionan a los niños que tienen mayores dificultades, resultante también de un diagnóstico. Luego de convocar a su familia, explicarle la situación y lograr el consentimiento familiar para la atención focalizada, el niño participa en este agrupamiento temporario.
“La idea es que, una vez que el alumno logra fortalecer esas habilidades, no es necesario que continúe. Eso nos permite la movilidad de los estudiantes también en cada uno de esos agrupamientos”, explicó Bastarrechea.
Según indicó la funcionaria, hay escuelas que optaron por implementar el programa “Hora Más”, distribuyendo esas cinco horas reloj dos veces a la semana. Otras escuelas disponen de una hora cada día.
“Depende del contexto y de la accesibilidad de la escuela para sus alumnos. Esto también está establecido por los supervisores, quienes tienen un papel muy importante, son parte del plan de alfabetización en su rol de seguimiento y acompañamiento a los docentes; para lo cual asistieron a una formación en gestión de alfabetización”, señaló.
¿Está en riesgo la continuidad del programa?
Esta primera etapa del programa “Hora Más” está focalizada en las escuelas Alfa pero el objetivo es ampliar su aplicación a más escuelas de la provincia el próximo año.
“Creemos que el año que viene podemos extendernos a otro grupo de escuelas, tenemos un listado de escuelas elegibles que podemos ir sumando a medida que el programa vaya avanzando”, indicó la subsecretaria de Educación.
No obstante, los docentes que prestan sus servicios en el marco del programa nacional aún no cobraron un solo peso porque la Nación aún no envió los fondos.
“Los fondos son nacionales, pero cuando lleguen a la provincia y como el Ministerio de Educación no abona sueldos, se hace un convenio con el Consejo General de Educación que recibirá los fondos y será el encargado de hacer el pago, claramente con las certificaciones que sí hacemos nosotros a través de los supervisores, certificando cumplimiento de esa hora más, como un programa nacional. Generalmente los fondos vienen atrasados, lo mismo ocurre con los Ateneos, pero a medida que vamos recibiendo, los vamos pagando”, admitió la funcionaria provincial.
El tema es cuánto tiempo tolerarán los maestros seguir trabajando sin cobrar.





