Las recientes muertes en la Avenida Uruguay de Posadas reavivaron el debate sobre la seguridad vial. Luego de que Motociclistas Misioneros Asociados calificara ese tramo como “un verdadero cementerio de motociclistas”, el especialista en seguridad vial Rubén Tamis aseguró que el problema es estructural y que requiere una respuesta integral.
En diálogo con FM de las Misiones, Tamis coincidió en que la situación “choca” por su gravedad y sostuvo que la causa principal de los siniestros es el factor humano. “El 90 por ciento de la problemática vial tiene que ver con la conducta de las personas”, explicó. Para el especialista, la responsabilidad es compartida entre automovilistas, motociclistas y peatones, y la solución pasa por una combinación de educación, control y presencia activa del Estado.
A su entender, las campañas de concientización prácticamente no existen. En ese sentido, sostuvo que con una inversión mínima, incluso proveniente de fondos destinados a la política, se podrían promover mensajes preventivos durante todo el año. “Si se invirtiera un 10 por ciento de lo que se gasta en campañas electorales en publicidades sobre seguridad vial, no estaríamos así”, afirmó.

Tamis planteó además que los controles actuales resultan ineficaces. Consideró que los operativos estáticos no tienen impacto real en el comportamiento de los conductores. “Los controles estáticos no sirven. Tiene que haber control y patrullaje en movimiento”, remarcó, y agregó que no es necesario disponer de grandes recursos tecnológicos para ello. “No se necesitan supermotos o patrulleros. Puede hacerse con bicicletas, monopatines o motos eléctricas. Lo importante es la presencia disuasiva”, sostuvo.
Sobre la educación vial, opinó que el desconocimiento es generalizado. “El que no sabe es como el que no ve. Ni el que vende un monopatín ni el que lo usa saben lo que dice la normativa”, explicó. En ese punto, valoró las iniciativas impulsadas por asociaciones de motociclistas para brindar talleres de conducción responsable, pero consideró que las acciones aisladas no alcanzan sin una política pública sostenida.
“El problema no es la moto, es el que va arriba”, sentenció.
Tamis también compartió datos que reflejan la magnitud del problema. “En 2024 se perdieron 205 vidas en Misiones por siniestros viales y hace dos meses ya íbamos por 220”, reveló. Además, subrayó que por cada víctima fatal existen “cinco personas que quedan con lesiones permanentes”, lo que multiplica el impacto social y económico de la siniestralidad.
Criticó la falta de información oficial y el rol pasivo de los organismos competentes. “Hay un Consejo de Seguridad Vial en la provincia, pero no se ven acciones relevantes. Esto tiene que cambiar, hay que patear el tablero y empezar a hacer las cosas en serio”, reclamó.
Para el especialista, la problemática no se limita a la Avenida Uruguay. “No hablemos solo de la Uruguay, hablemos de Itaembé Miní, de Itaembé Guazú. En toda la ciudad hay conductores sin luces, con niños, sin casco”, enumeró. También cuestionó que las leyes sean demasiado estrictas para la realidad local. “Tenemos ley europea y controles africanos. Así no sirve”, sostuvo, en referencia a la normativa que prohíbe llevar acompañantes menores de 12 años en moto.
Finalmente, Tamis pidió actualizar las estrategias de gestión y planificación vial. “Hace cuarenta años que hacemos lo mismo y el mundo cambió”, advirtió. Reconoció que la alta cantidad de motocicletas en circulación no es el problema en sí, sino el “mal uso de esa tecnología”.








