Las freidoras de aire siguen ganando terreno en las cocinas argentinas gracias a su practicidad y al menor uso de aceite. Sin embargo, especialistas advierten que un uso inadecuado puede favorecer la formación de acrilamida, una sustancia que se produce en alimentos ricos en almidón cuando se exponen a temperaturas muy altas durante largos periodos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señaló que el factor clave no está en el electrodoméstico en sí, sino en la temperatura de cocción. Muchas recetas recomiendan ajustes por encima de los 180 °C para lograr un dorado intenso, pero a ese nivel también aumenta el riesgo de generar cantidades relevantes de acrilamida.

Cómo reducir la acrilamida en las freidoras de aire
Bajar unos grados la temperatura y controlar el tiempo de cocción.
Evitar que las papas queden demasiado oscuras.
Lavar los bastones antes de freírlos y dejarlos en agua durante algunos minutos para reducir el almidón superficial.
Secar bien las papas antes de colocarlas en la canasta.
No llenar en exceso el recipiente, para que el aire caliente circule de manera uniforme y no sea necesario aumentar el calor.
Además, elegir variedades con menor concentración de azúcares, como Agria o Monalisa, ayuda a obtener resultados más claros y con menos compuestos indeseados.
Recomendaciones de consumo
Aunque la freidora de aire reduce la cantidad de grasa frente a la fritura convencional, los nutricionistas recuerdan que no se trata de un alimento libre de calorías. Sugieren consumirlas con moderación y combinarlas con proteínas magras o ensaladas frescas.
También recomiendan moderar la sal y evitar salsas industriales, que incrementan el sodio y las calorías del plato.







